Carlos Alberto Montaner: ¿periodista o agente de la CIA?

En 1960, con 17 años, Montaner participó en Cuba en actos terroristas contra el recién instalado Gobierno revolucionario. Entre ellos el incendio de la radio CMQ y del cine Cándido, y la colocación de bombas contra la Universidad de La Habana y la tienda Flogar, que hirieron al menos a 15 personas.

Fue arrestado con armas y dinamita y sancionado a 20 años. Recibió asilo en la Embajada de Brasil, y en 1962 se alistó en el ejército de EE.UU. Un año más tarde se integró a un grupo operativo de la CIA en la academia Fort Benning, en Georgia.

En 1970 fue enviado por la CIA a Madrid, donde creó la editorial Playor y la agencia Firmas Press, dedicadas a la guerra informativa contra Cuba. En 1973 ayudó al terrorista Juan Felipe de la Cruz a entrar a España y pasar a Francia, donde pretendía colocar una bomba en la embajada de Cuba en París. El plan se frustró al explotarle el artefacto en el hotel donde se alojaba.

Carlos Alberto Montaner es, ahora analista estrella de tertulias e informativos de televisión. Y acaba de publicar un libro sobre buena gobernanza desde los valores de la democracia y la libertad. ¿Verdad que todo cuadra?

Carlos Alberto Montaner, de terrorista a profesor de democracia

La CIA convirtió al terrorista Carlos Alberto Montaner Suris, en profesor de democracia, y lo acaba de patentizar en su más reciente libro titulado El presidente, manual para electores y elegidos”, presentado en Miami el 18-11-2017.

Para quienes no conocen toda el historial de este agente de la CIA, es bueno contarles algo de su pasado para que puedan aquilatar lo que se esconde detrás de la imagen del periodista y profesor universitario, fabricado por la Agencia Central de Inteligencia yanqui.

Apoyó las atrocidades cometidas en el Escambray por mercenarios organizados y financiados por la CIA, con la colaboración del Frente Revolucionario Democrático, el Movimiento de Recuperación Revolucionaria, MRR, y Alpha-66, con base en los Estados Unidos para sembrar el terror entre en el campesinado cubano, mediante el incendio de escuelas, el asesinato de maestros y alfabetizadores, campesinos y sus familiares.

El 26 de diciembre de 1960 fue arrestado en su vivienda en Miramar,  siéndole ocupado un maletín con cuatro detonadores, un rollo de mecha, un pomo con tres barras de fósforo vivo, cuatro cartuchos de municiones, numerosas bombas, dinamita, una ametralladora, detonadores y  bloques del explosivo C-3, todos suministrados por la CIA.

En uno de los paquetes de explosivos aparecía la advertencia: «Un bloque es equivalente a media libra de TNT».

Montaner fue juzgado en la causa 06/61 y sancionado a 20 años.

Por consideración a su edad, el tribunal decidió que fuera internado en el Reclusorio Nacional para Menores de Torrens, el que poseía escasas medidas de seguridad, lo que aprovechó para fugarse y buscar asilo en la embajada de Brasil, en la que su embajador, Vasco Leitao Da Cunha y su esposa Virginia Leitao, eran colaboradores de la CIA.

Juana Castro Ruz, en su libro autobiográfico, confesó que ella fue reclutada por la CIA en México, por mediación de Virginia Leitao.

El 8 de septiembre de 1961, a pesar de ser un prófugo de la justicia, Montaner pudo abandonar el territorio cubano con destino a Miami, bajo el salvoconducto otorgado por el gobierno revolucionario.

Montaner fue promotor de congresos de intelectuales contrarrevolucionarios celebrados en Europa y América Latina, en los años 80, con el fin de movilizar intelectuales contra Cuba.

¿Con qué moral, un terrorista que colocó bombas para asesinar y herir a ciudadanos inocentes, puede dar lecciones de democracia a presidentes?

Así son los miembros de la mafia terrorista anticubana acogida por Estados Unidos.

Recordemos a José Martí cuando dijo: «¡Póstrense de hinojos y tiemblen de remordimientos, los que un tremendo día ayudaron a matar!».

Autor