Derecho de familia, asignatura con respuesta jurídica

En breve comenzará el recorrido que marcará la continuidad de los debates acerca de su contenido, luego de varias versiones y de considerar concluida su redacción inicial.

El anteproyecto de Código de las Familias se publicará en el sitio web del Ministerio de Justicia www.minjus.gob.cu, que servirá también para recibir opiniones mediante el correo electrónico familia@minjus.gob.cu. Como es práctica del proceso legislativo cubano, los criterios serán tenidos en cuenta para enriquecer el texto, que será sometido a examen y aprobación por la Asamblea Nacional del Poder Popular a finales de este 2021.

El propio sitio web reflejó el anuncio la pasada semana que “luego de intensas jornadas de debate durante los meses de junio, julio y agosto, en el intercambio de este lunes 6, se evaluó y aprobó la vigésimo segunda versión del proyecto de esta importante norma jurídica”.

Se trata de un código que actualiza el aprobado en 1975, vigente aún, que entonces fue una norma de vanguardia al incluir concepciones novedosas en cuanto a la igualdad de derechos de los miembros de la familia a partir de relaciones familiares basadas en la propiedad social. Por primera vez Cuba contó con un texto legal sobre la familia, independiente del Código Civil, el tercero en nuestra región.

Enterrados pero no olvidados quedaron las miradas desiguales y los conceptos de subvaloración hacia las mujeres, quienes en el pasado fueron procesadas por la ley si cometían adulterio. Y si se trataba de hombres en igual caso eran juzgados por escándalo público si el amancebamiento tenía lugar en la casa de la otra.

Aunque persisten conceptos de una cultura patriarcal que aún lastima a la familia, se logró borrar la idea de que los hijos concebidos fuera del matrimonio se consideraran ilegítimos o bastardos. Esos eran derechos incluidos en la Constitución de 1940 que no se hicieron efectivos.

Ahora, las familias son diversas y su realidad es otra. Por eso, la nueva Carta Magna aprobada en 2019, incluyó en su Capítulo III nueve artículos que recogen con amplitud sus deberes y derechos, atendiendo a esas realidades y sus variables.

La elaboración del mencionado capítulo estuvo precedida de amplios y encontrados debates durante la consulta popular de la Constitución en 2019 y en las sesiones del Parlamento. Quizás fue uno de los temas que movió más opiniones, dado su impacto y repercusión en la sociedad, por lo que en la propia Carta Magna se incluyó en su disposición decimoprimera que la nueva ley fuera sometida a consulta popular y aprobada en Referendo.

La situación sanitaria obligó a aplazar algunos pasos de ese proceso, pero ya el Consejo de Estado había determinado la comisión encargada de la redacción, integrada por diputados y expertos, a lo que sigue el paso actual de echar a andar las consultas.

Con un enfoque plural de los derechos humanos que supere estrictos y tradicionales patrones familiares, y dé espacio a los distintos modelos existentes, el nuevo código hará valer lo preceptuado en la Constitución en materia de dignidad, justicia y respeto a la diversidad, con énfasis en la igualdad de los derechos para todas las personas, con independencia de su género.

Como aseguran los expertos, las familias son para siempre y nos identifican no solo como hijos, padres, hermanos, esposos, compañeros de hecho, convivientes afectivos, sino también, y en esencia, como seres humanos, cualquiera que sea el modelo familiar al que se pertenezca o se decida construir.

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