Marco Rubio defiende las armas tras masacre en Florida

«La gente no sabe por qué pasó esto. ¿Quién es esta persona (en referencia al perpetrador)? ¿Qué lo motivó?», dijo Rubio a la televisora Fox News. 

«Creo que es importante saber todo eso antes de saltar a conclusiones de que existe alguna ley que podríamos haber aprobado para prevenirlo», añadió el senador de origen cubano y radical opositor a la mejoría de las relaciones entre La Habana y Washington.

Luego, ante el Congreso, fue más explícito y dijo que las restricciones legales a la tenencia y porte de armas no habrían impedido el tiroteo masivo en la escuela secundaria Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland, Florida.

Al igual que sucede con sus posturas anticubanas, Rubio es incapaz de morder la mano que le da de comer y que lo catapultó a la posición política que ostenta en estos momentos.

Es uno de los políticos más beneficiados por las «donaciones» de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), un conglomerado que se encarga de evitar a toda costa la aprobación de leyes en contra de la venta de armamento.

Hasta octubre del año pasado, de acuerdo con varios sitios especializados en el seguimiento de los grupos de influencia en Washington, había recibido un total de 3,3 millones de dólares por esa vía.

La postura esquiva del legislador de la Florida en el tema de las armas no es nueva. En el 2012, tras la masacre en la escuela primera de Sandy Hook, Rubio evitó contestar una pregunta de la prensa sobre el control del armamento, en especial de los rifles de asalto de categoría militar.

Cuando la tragedia tocó a su Estado en junio del 2016 con el ataque de Orlando, se vio en aprietos ante la opinión pública, pero ni siquiera entonces abandonó a sus patrocinadores.

Pocas semanas después, el senador votó en contra de un proyecto de ley bipartidista para prohibir la venta de armamentos a determinadas personas en listas de seguridad de Estados Unidos.

Una vez más, Rubio está en el foco de la atención pública por sus posturas ante la masacre ocurrida en la ciudad floridana de Broward.

Pero Rubio parece demasiado ocupado en sus ataques contra Cuba y Venezuela como para reparar en esos detalles. Su postura va en el mismo camino de la del presidente Donald Trump, quien no menciona la palabra «arma».

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