USA-CUBA: ¿Herir a los “Pastores por la Paz”?

Detrás de la nueva maquinación se encuentran funcionarios gubernamentales e integrantes ultraderechistas de su Congreso, al estilo de Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart.

«Pastores por la paz» reiteró, como todo el mundo sabe, que es  una organización caritativa «exenta de impuestos».

Su líder, el reverendo Lucius Walker, mientras vivió siempre se negó a pagarlos por ayudar a una comunidad lacerada por el bloqueo de su gobierno.

Sin embargo, el Servicio de Rentas Internas de Estados Unidos anunció recientemente que perderá su estatus y deberá pagar gravámenes.

¿Supuesto motivo? Porque no declaró los envíos en medicamentos, sillas de ruedas, computadoras y otros bienes de esa clase que hizo llegar a Cuba desde 1992.

Aquellos materiales fueron conducidos a través de Caravanas de Ayuda humanitaria para los habitantes de esa nación caribeña cercada por Washington a partir de 1962.

Un comunicado del Servicio de Rentas Internas (IRS) anunció la medida una semana atrás.

También subrayó que llevar ayuda humanitaria y construir amistad con el pueblo cubano «se hizo en violación de la Ley de Comercio con el Enemigo», del Departamento del Tesoro.

El grupo cuestiona la capacidad del IRS para hacer frente a una situación como esta que correspondería encarar a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).

En nota de prensa los Pastores hicieron constar lo siguiente: «La OFAC, completamente informada de nuestras caravanas anuales que no aceptan licencias gubernamentales, nunca nos ha perseguido». Y prosigue: «¿Cómo es que el IRS tiene el derecho de arrebatarnos nuestro estatus exento de impuestos?».

El coordinador del programa de ayuda a Cuba -Manuel Enrique de los Santos- reveló que la organización «nunca había declarado (la ayuda al IRS) porque no habíamos solicitado licencia».

Además, las amenazas, una vez más, no han asustado a los Pastores: «La intención de la medida es tratar de frenarnos, pero seguiremos haciendo el trabajo por otras vías».

Años atrás sus directivos fueron aislados en el interior de ómnibus bajo un sol insoportable; se les ve en audiovisuales forcejeando con agentes represivos defendiendo unas muletas en la frontera y sometidos a otros vejámenes.

Pero siempre llegaron a su destino, aliviar sufrimientos impuestos por un bloqueo ejecutado a nombre de la libertad.

En estos momentos sufren otra arremetida ultraderechista, una venganza por su fidelidad a los verdaderos principios cristianos.

Autor