El amor de una paraguaya hacia Cuba

La primera noticia sobre el fallecimiento de Ligia la recibí de la paraguaya María Céspedes, quien laboró durante muchos años en Radio Habana Cuba al frente de las transmisiones en idioma Guaraní, y ya jubilada, vive en La Habana. Fue María quien, según me comentó, promovió los lazos fraternales y solidarios de Ligia con Cuba.

Ligia Prieto, fallecida a los 95 años de edad, viajó por primera vez a La Habana en 1985 invitada por la heroína Vilma Espín para participar en un Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas y un lustro después creó en Paraguay una organización de apoyo a la Revolución Cubana 

Durante su larga trayectoria en favor de la mujer, los derechos humanos y las libertades en su país, Ligia creó y presidió el Comité Paraguayo pro libertad de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos que durante varios años permanecieron injustamente presos en cárceles de los Estados Unidos. 

Vino a Cuba por última vez hace una década, a celebrar el 85 cumpleaños del Comandante Fidel Castro, y participó también en un acto realizado en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, donde entregó a su entonces presidenta, Kenia Serrano, la Medalla del Bicentenario de la República de Paraguay, emitida en Asunción durante el mandato del Presidente Fernando Lugo. 

Idéntica Distinción entregó Ligia Prieto a la Federación de Mujeres Cubanas y a Radio Habana Cuba, en este caso cuando la entrevisté por última vez en La Habana, hace una década, y me reiteró su gratitud por las transmisiones en Guaraní de nuestra emisora durante muchos años, las cuales fueron escuchadas en la cárcel por el líder comunista paraguayo Ananías Maidana. 

La Medalla por el Bicentenario de la República de Paraguay entregada con amor a Radio Habana Cuba por Ligia Prieto, figura entre los recuerdos y estímulos recibidos por nuestra emisora a lo largo de sus sesenta años de existencia, la cual fue anunciada al mundo el 16 de abril de 1961 por el Comandante Fidel Castro. 

Ligia Prieto, ex parlamentaria y fundadora también de la Unión de Mujeres Paraguayas, se sentía honrada de pertenecer y ser hija de una nación que tuvo como Cónsul al Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí. 

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