El nacimiento de un monstruo contra #Cuba

¿Por qué el bloqueo contra Cuba? La respuesta no deja ninguna duda: porque la Revolución de Fidel Castro y su pueblo jamás han querido ser sojuzgados ni súbditos miserables lacayos del imperio. Y únicamente aspiran a crear una sociedad donde reine la justicia para todos, en la que no exista el lujo insultante ni la codicia como objetivo, solo el bienestar y la prosperidad, esta última entendida como la satisfacción plena de todas las necesidades, entre la que se destaca la cultura como algo imprescindible, porque sin ella no es posible comprender los grandes desafíos y cómo combatirlos.

Este atentado contra la dignidad cubana ya tiene más de 60 años, y digo más porque  desde que nuestros rebeldes combatían en la Sierra Maestra y miles en el llano, se gestaban acciones que, con el paso del tiempo se convertirían en lo que hoy día es el bloqueo económico, comercial y financiero de una nación de 328 millones de habitantes, contra un pequeño Archipiélago, de 14 millones.

Obviamente, es el resultado de un parto anómalo que tuvo la humanidad en una lejana época, y hoy nada más y nada menos, ya fortalecido mucho más, es hoy un verdadero azote para el mundo. Por eso nuestro maestro universal José Martí, en cierta ocasión afirmaba que “nuestros pueblos de América son más libres y prósperos a medida que más se aparten de EE.UU”.

Con el permiso de los internautas, voy a enunciar algunos datos  con el objetivo de validar lo afirmado, y comprender mejor por qué insisten (los EE.UU.) en esa política de bloqueo económico, comercial y financiero


  • Época tenebrosa de Fulgencio Batista, presidente que enlutó al pueblo cubano

Un funcionario del Dpto. de Estado (EE.UU), Arthur S. Gardner, embajador en Cuba,  no ocultaba su admiración por Batista. Decía el 21.04.55 que: “no cabe duda, este país ha tenido un renacimiento, un genuino resurgir debido al liderazgo de Batista”. Durante aquel régimen el Pentágono suministró muchos equipos militares y armamentos a las fuerzas armadas de aquel desgobierno, y organizó entrenamiento para cientos de oficiales cubanos.

El 21.11.57, a solo un mes y días del triunfo revolucionario, el Dpto. de Estado preparó el documento titulado “Cursos de acciones posibles para el restablecimiento de la tranquilidad en Cuba”; para tratar de lograr que Fidel abandonara el país y se propiciara entonces unas elecciones al estilo yanqui.

El 24.07.58, ya agonizando la dictadura de Fulgencio Batista, el subdirector de la Oficina de Asuntos Centroamericanos y el Caribe le decía al Secretario de Estado Adjunto William Snow que: “…se deben considerar con seriedad los cursos de acciones alternativas que no han sido tomadas en cuenta hasta ahora, con el objetivo de resolver la situación cubana, antes que Castro se haga tan fuerte que pueda imponer el tipo de gobierno que mande, eventualmente cuando se produzca el desenlace.” 

El 23.12.58, a solo 8 días de derrumbarse el odioso régimen, otro Secretario de Estado Adjunto, Ray Rubotton afirmaba: “…no cabía ninguna duda que el Departamento se sentiría muy decepcionado con la perspectiva de la toma del poder por parte del Movimiento 26 de Julio”

Y, por supuesto, el entonces director de la tenebrosa CIA, Allen Dulles, se pronunció partidario de impedir la victoria de Fidel Castro. 


Lo que he mencionado hasta aquí es tan solo una muy pequeña muestra de las intenciones de muchos funcionarios de alto rango. También, como se conoce, el propio presidente Eisenhower, emperador de turno entonces, se declaró decidido enemigo de la revolución, cuando aún ni siquiera nos habíamos declarado, con todo derecho y razón, de ser socialistas.

Por ello es que aseguro que todo esto que nos afecta, incluso  a muchos países, es consecuencia de la naturaleza del sistema que prevalece en Estados Unidos desde que nació como nación poseída por la conquista, la supremacía y el don “divino” de ser los amos del mundo, aunque para ello deban lanzar más bombas y crear más bloqueos.

Con su anuencia pretendo en breve referirme a las acciones anti cubanas posteriores al triunfo de la revolución, y de ese modo las nuevas generaciones podrán comprender por qué el imperio insiste en el bloqueo. 

Es que Cuba es una pieza que no les deja consumar sus malsanas pretensiones. Es que Cuba no se rinde, es que no integramos la servidumbre de EE.UU.

Con relación a Cuba no hay solo embargo, el embargo es una palabra piadosa. Nosotros decimos bloqueo; pero lo que ha habido con relación a Cuba es realmente una guerra económica, una guerra política”.  Fidel Castro

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