El nacimiento de un monstruo (II) #NoMasBloqueo

El objetivo esencial: desaparecer, cueste lo que cueste, el sistema político y social  que, libre y soberanamente el pueblo de Cuba ha escogido. Y, para lograrlo, intentan acciones cada vez más crueles, desde hace más de 60 años, sobre todo en el ámbito económico, para estrangular el desarrollo del país.

Súmenle a todo ello, una aberrante guerra mediática cuyo propósito es mostrar al mundo un país en caos, violador de derechos humanos fundamentales, apoyar el terrorismo, e incapaz de valerse por sí solo dada la ignorancia y apatía de sus gobernantes “tiranos y dictadores”.

En otras palabras: el gobierno y el sistema cubano son los victimarios de su propio pueblo, mientras que, EE.UU. se mantiene “muy preocupado” por la situación de Cuba, y es lo que justifica lo que ellos llaman embargo. Pero todo este odio y obsesión contra la Isla, cada día se enquista más y más, como por ejemplo  la reciente decisión del soberano emperador de turno, Joe Biden, de prorrogar un año más la denominada Ley de Comercio con el Enemigo, fundamentando tal decisión de un modo tan simple como insultante con solo cinco palabras: “interés nacional de Estados Unidos”, con eso basta, es decir, lo fundamental son los intereses de esa nación y, por tanto, el resto del mundo no debe tener opciones que no sean santificadas por el monstruo.

Claro, según mi modesta opinión, el problema del bloqueo contra Cuba va más allá de ser un problema simple bilateral –en cuyo caso tampoco se justificaría, por supuesto- para convertirse en global. Intento explicar: Estados Unidos ve, alarmado, que el mundo de hoy no se parece en nada al de muchos años atrás.

Cada día crece más la preponderancia de China y Rusia. Se han despojado del nudo de la dependencia un buen número de países de nuestra América; se han creado organizaciones internacionales que defienden los derechos humanos y denuncian sus violaciones; existe un clamor cada día mayor por la paz; muchos pueblos se lanzan a la calle exigiendo sus derechos; se aborrece cada vez más las prácticas de golpe blando; el mundo en la ONU vota en contra del bloqueo; pero sobre todo han quedado al desnudo las acciones que utiliza para dominar al mundo, desde apoyar a regímenes sangrientos, pasando por lanzamiento de bombas con “sus daños colaterales” donde mueren miles de seres humanos.

Es decir, ya no les resulta tan fácil dominar como lo hicieron en ápocas anteriores, cada día chocan con más y más inconvenientes. Y entonces aparece Cuba en la escena para demostrar que no hay solución sin lucha y que es posible resistir y enfrentar al monstruo.

Por tanto, la isla rebelde emerge en el conglomerado humano, como un ejemplo que hay que destruir, y es la razón que “justifica” tanto odio y ensañamiento; creen estúpidamente que destruyendo a Cuba pueden lograr que otros pueblos no sigan su ejemplo. Y aquel viejo sueño de contar con una estrellita más en su bandera dejó de ser sueño y ahora es un tormento que los agobia por la impotencia; se dieron cuenta que David es un hueso muy duro de roer por Goliat.

No olvidaré jamás los días de la Crisis de Octubre cuando corríamos riesgo de ser exterminados y podíamos serlo; nuestra dignidad no admitía el concepto de rendición, no admitía el concepto de vida sin honor.”  Fidel Castro Ruz.

 

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