La gran victoria contra el fascismo

En la etapa inicial del mes de mayo de 1945 con la toma de  Berlín por los soldados soviéticos se consolidó la gran victoria contra el fascismo. En ocasión de conmemorarse en Cuba el aniversario 30 del acontecimiento citado el Comandante en Jefe Fidel Castro habló en el acto efectuado el 8 de mayo de 1975 en el teatro “Lázaro Peña”, en La Habana.

Entonces Fidel señaló: “Nuestro pueblo quiere rendir el tributo más profundo a esta histórica fecha. La propia Revolución nos ha enseñado a tener una valoración cabal de los acontecimientos históricos.”

Fidel destacó al recordar los millones de caídos para salvar a la humanidad del dominio universal del fascismo: “Podemos tener una idea de cuántos cientos de millones de vidas, cuánto horror y cuánta esclavitud, cuánto dolor y cuánto sufrimiento ahorró a la humanidad la victoria sobre el fascismo.

El líder histórico de nuestra Revolución precisó que el fascismo nació en el mundo precisamente después de la Revolución de Octubre, como un instrumento contra el marxismo-leninismo y que fueron los países capitalistas e imperialistas los que crearon las condiciones para su surgimiento.

Detalló que una vez derrotada la primera intervención contra la Revolución de Octubre, comenzó a surgir con fuerza esta nefasta corriente política en Europa.

Y expuso: “El fascismo era la expresión más acabada del pensamiento reaccionario burgués e imperialista; y desde que Hitler salió a la palestra pública declaró sus propósitos de agredir un día a la Unión Soviética, proclamó sus doctrinas racistas y sus ideas acerca del exterminio de pueblos enteros, de la esclavización de decenas de millones de hombres y de las conquistas de nuevos territorios.”

Fidel manifestó que toda la humanidad pagó muy caro este fenómeno político, este engendro de los burgueses y del imperialismo, porque hasta los propios países capitalistas, en un momento determinado, se vieron agredidos por el fascismo.

Y añadió: “Todos recordamos cómo comenzó en aquella época la guerra: con la invasión de Polonia, cuyo gobierno reaccionario de entonces prefirió los riesgos del aislamiento y de la agresión a la coordinación de su propia defensa con la Unión Soviética. Todos recordamos cómo, después de la invasión a Polonia, se inició la invasión a Noruega, de Holanda, de Bélgica, de Francia, de Dinamarca. Y recordamos también cómo los ejércitos de los países capitalistas se desplomaron prácticamente sin resistencia. En cuestión de días, en algunos casos, y en cuestión de semanas en otros, las naciones unas tras otras fueron derrotadas.”

Cuando los fascistas tenían prácticamente dominada a Europa, con todos los recursos y la técnica de la economía europea, iniciaron en el mes de junio de 1941 el ataque cobarde y traicionero contra la Unión Soviética.

La Unión Soviética se había esforzado por preservar la paz, por reunir a todas las fuerzas antifascistas de Europa, y  se esforzó por predicar incesantemente la necesidad de frenar el fascismo, pero que ello no tuvo efecto a consecuencia de la ceguera y la sordera de los dirigentes de los países capitalistas.

Afirmó Fidel que: “¡El pueblo soviético no se desmoralizó, los soldados soviéticos no se desmoralizaron ni aun cuando los tanques y las tropas enemigas estaban a decenas de kilómetros en su retaguardia!”

Señaló que los ejércitos de Hitler estaban acostumbrados a luchar contra regímenes sociales reaccionarios y ejércitos burgueses. “Y cuando se produce la agresión a la Unión Soviética, precisó, se encuentran por primera vez con un tipo de ejército diferente, con un tipo de soldado diferente, con un tipo de pueblo movido por otras motivaciones, y se encuentran desde el primer instante una resistencia encarnizada: ¡Los soldados soviéticos morían defendiendo sus posiciones!

“¡Los soldados soviéticos se negaban a rendirse, los soldados soviéticos no se dieron jamás por vencidos! Y cuando estaban cercados, una y otra vez atacaban y contraatacaban para tratar de abrirse paso.”

Resaltó de manera muy especial la resistencia que hizo el pueblo soviético durante casi 900 días en la ciudad de Leningrado. sobre el particular especificó: “Morían los leningradenses de frío y de hambre, se desplomaban en las calles incesantemente bombardeadas por la artillería fascista; ¡pero los hombres y mujeres de Leningrado no se rendían!”

Si bien es cierto que en el enfrentamiento a  los fascistas intervinieron fuerzas de otros países es indudable que el papel desempeñado por los soldados y pueblos que entonces formaban parte de la Unión Soviética fue significativamente trascendental.

Autor

  • Víctor Pérez-Galdós Ortiz

    Licenciado en Periodismo, escritor, investigador de la Historia. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Ha laborado en la radio durante algo más de 50 años en la creación de programas históricos y culturales. Desempeñó funciones de Dirección. En la radio y la televisión ha sido asesor y escritor de guiones. También ha colaborado para diversas plataformas digitales. Ha publicado 15 libros. Es miembro fundador del Icrt, y se le han otorgado varios reconocimientos como Maestro de Radialista, Honrar, honra, Premio Patria y la Utilidad de la Virtud por la Sociedad Cultural José Martí. Ha impartido conferencias magistrales y pertenece al grupo asesor de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

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