¿La OEA? ¡Solavaya! (+Video)

Los verdaderos dueños de ese negocio imperial llamado Organización de Estados Americanos impidieron que nuestra verdad resonara en un cónclave únicamente orquestado a partir de 1948 para afianzar su dominio y, cuando les conviniese, apretar la cuerda, incluso hasta el estrangulamiento a quien osara salirse de la raya.

Es coincidente la creación de la OEA con el comienzo de la Guerra Fría. Desde su Ministerio de Colonias, como bien la definió nuestro Canciller de la Dignidad Raúl Roa García, el imperialismo yanqui ha movido los hilos de sus marionetas y dispuestos a golpear a quienes osen disentir. Fue de esa forma que obligaron a los gobiernos latinoamericanos, con la honrosa excepción de México, a romper relaciones diplomáticas con el Gobierno Revolucionario de Cuba.

Se trató de una “diplomacia de garrote” en contra de la voluntad de muchos que, para no buscarse problemas, se mantuvieron como mansas ovejas en el redil imperial, a sabiendas de que, si les parecía, en cualquier momento terminarían en el “matadero”.

Luego de tanto tiempo vale preguntarnos por qué se ensañaron contra la Revolución Cubana y nunca antes contra la sangrienta dictadura de Batista; por qué jamás contra Trujillo, Somoza, Pinochet o Stroessner, y sí contra Cuba, que iniciaba un proceso de total independencia y justicia social para que los más humildes alcanzaran una vida digna, aprendieran a leer y escribir, y que por primera vez el pueblo cubano fuese dueño de su destino. Es obvio que la postura soberana de nuestro país ha sido y es un hueso atorado en su garganta.

Hoy, después de tantos años, las cosas no han cambiado. Cuando desde USA tocan con mayor fuerza los tambores del ingerencismo – en todas sus formas, modalidades y colores – la OEA a través de su actual personero Luis Almagro, sigue comportándose como su caja de resonancia entreguista. Muestras fehacientes, el acoso contra la República Bolivariana de Venezuela y el descarado golpe de Estado contra Bolivia y el amago de activación del siniestro TIAR, que legitimaría un abierto intervencionismo militar en cualquier país de América Latina.

Una vez más Cuba reitera que no le interesa regresar a la tan desprestigiada OEA. Los cubanos y cubanas tenemos memoria y para nosotros nuestra soberanía, dignidad y vergüenza son lo primero.

Nuestra opción es la opción bolivariana y martiana de integración de América Latina y el Caribe, a través de organismos decentes, soberanos, democráticos y participativos como la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América Tratado de los Pueblos (ALBA-TCP) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Apartarnos para siempre de la OEA es para nosotros cuestión de soberanía y autodeterminación de dignidad. Con Fidel volvemos a decir como en la Segunda Declaración de La Habana:

Nuestro pueblo no ha querido otra cosa que ser libre; nuestro pueblo no ha querido otra cosa que vivir de su trabajo, y nuestro pueblo no ha querido otra cosa que vivir del fruto de su esfuerzo; nuestro pueblo no ha querido otra cosa que sea suyo lo que es suyo, que sea suyo lo que es de su tierra, que sea suyo lo que es de su sangre, que sea suyo lo que es de su sudor.”

Lo proclamamos de modo tajante: ¿La OEA?, ¡Solavaya! Y si osaran agredirnos, repetiremos con Fidel:

¡No encontrarán aquí su Guatemala, sino que encontrarán aquí su Waterloo!

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