por Y, consecuentemente, pretendo –con su anuencia- descaracterizar a tal arma venenosa que bien puede catalogarse como otra pandemia, aunque solo contra los que luchan por un mundo más justo. Debo asegurar que la utilización de emisoras de radio para dañar a Cuba viene desde el mismo principio de la Revolución ¡y hasta antes! cuando se nombraban a los rebeldes de la Sierra como forajidos y delincuentes que asesinaban a campesinos.
Para esta primera entrega quiero referirme a Radio Swan, antecesora de la mal llamada Radio Martí, como un verdadero bochorno de la radiodifusión internacional, gestada, (dónde si no) en EE.UU.
Y quiero hacerlo con un único ejemplo, porque por sí solo habla alto y claro de la desvergüenza llevada a planos superiores: Playa Girón, escenario de la pretendida invasión derrotada con su tristemente célebre Brigada 2506.
Es Abril de 1961. En medio de los combates, donde incluso se encontraba el Comandante en Jefe Fidel Castro dirigiendo las acciones, Radio Swan reportó: “los invasores han avanzado constantemente en todos los frentes; los cubanos se están uniendo a los invasores y las fuerzas de Castro se rinden en masa.” Resultó no solo bochornoso y hasta ridículo, si tenemos en cuenta que a pocas horas se consumó la primera derrota del imperialismo en América Latina.
Pero hay mucho más que bochorno y ridículo. Están presentes otros elementos que denotan el nulo profesionalismo de la emisora, porque ni siquiera emitían su veneno con un mínimo de credibilidad, tan imprescindible en los medios, es decir, utilizar métodos más eficientes capaces, al menos, de evitar la burla. Este engendro malévolo de radio fue fundado el 17 de Mayo de 1960, con sede en la isla de Swan; funcionó primero clandestina, pero rápidamente se convirtió en emisora comercial; y hasta llegó a reclutar a locutores de origen cubano.
Por supuesto, no descubro nada nuevo afirmando que la planta invitaba a la traición; transmitía órdenes para agentes clandestinos en Cuba; se convirtió en medio de comunicación de la CIA con las bandas contrarrevolucionarias que azolaban en la zona montañosa del Escambray; brindando apoyo táctico a las fuerzas invasoras de Playa Girón, y en definitiva creando incluso un estado de opinión totalmente tergiversado de los hechos.
Esa era Radio Swan, el mismo objetivo del mal, la mentira, la tergiversación, y el insulto soez. Pero hay algo muy claro en toda esta infamia: ni emisoras de radio, ni ningún otro medio podrán aniquilar el clamor de los pueblos para que se respete sus derechos sagrados.
En próxima emisión continuaré con el tema, porque seguimos combatiendo en todas las trincheras posibles. Hoy no hay otras alternativas. Gracias.
El cariño es la llave del mundo. Y el odio es su estercolero”. José Martí