USA y sus males históricos

Que nadie se asombre a estas alturas de lo que es capaz la fuerza más tenebrosa de ese país. Puedo mencionar cientos de ejemplos, aunque unos pocos, por sí mismos, demuestran lo que he afirmado: las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki y la espantosa consecuencia de muchos miles de  muertos, otros incapacitados de por vida y gran cantidad de seres que nacen con malformaciones congénitas consecuencia de las radiaciones.

Y mucho más acá en el tiempo podemos citar como simples botón de muestra,  la inaudita guerra que declararon contra el hermano pueblo de Viet Nam; la desolación en que ha quedado Afganistán tras  incontables bombardeos; la guerra contra Siria que aún se mantiene, y un sinfín de acciones, todas calculadas y ejecutadas como escarmiento a los que no se les subordinan, pero por encima de todo, porque necesitan como el alimento, sojuzgar, intervenir, invadir, amenazar, y violar cuanta disposiciones internacionales entrañen la debida convivencia humana. Tratan, en esencia, de mantener la hegemonía y se les respete como amos del mundo. No olvidemos jamás que eso es así desde 1776.

Pero no debo olvidar, la guerra fría y despiadada que mantienen en distintos frentes, tales como su invento de golpe blando;  la utilización de las redes sociales para satanizar a gobiernos de izquierda; el apoyo incondicional e histórico a dictaduras  sangrientas y muchas otras acciones encubiertas como instigar, detrás de bastidores- a otros gobiernos para que apoyen sus desmanes, como es el caso del robo de oro de Venezuela retenido en el Reino Unido, argumentándose que es el payaso títere Juan Guaidó quien debe disponer de tal recurso. Y, por supuesto, los bloqueos genocidas y las sanciones a países y personas que tanto daño hacen a la economía de los afectados; claro que en franca violación de normas dispuestas internacionalmente. 

Y ese es el mismo gobierno que convierte a las víctimas en victimarias; es el que no le importa que el mundo vote a favor de Cuba en la ONU respecto a la necesidad de poner fin al bloqueo criminal; como tampoco le importaba al monstruo Trump que mueran muchos miles de sus propios ciudadanos a consecuencia de la actual pandemia, porque “había que salvar la economía y no la salud”. Por eso  usted no debe confiar al escuchar algún que otro canto de sirena que le anuncie nuevos aires benefactores. Sin embargo, no debo ser pesimista,  quizás sí podamos sentir alguna pequeña brisa, pero jamás que se desmonte el cruel entramado de egoísmo que sustenta al imperio.

El caso Cuba se mantiene en la ambigüedad. Afirman que: “se revisa”, “restitución de envíos de remesas”, “visitas de turismo”; “Cuba no está en las prioridades de Estados Unidos”; “figuras de gobierno en contra de la isla y otros a favor”; declaraciones de relevantes figuras internacionales que exigen el cese definitivo del bloqueo”.

Pero en lo que sí no hay ambigüedad es que nada de lo que ocurra hoy podrá ser a costa de recibir alguna limosna política precisamente del mismo enemigo que desde hace más de 60 años nos tiene agredidos,   cediendo en principios inviolables de dignidad y decoro nacional. Lo contrario sería traicionar nuestra propia historia. Incluso podemos sentarnos a la mesa de negociación, siempre que sea con el debido respeto a la nación cubana y sin condicionamientos que menoscabe a nuestra Revolución socialista.  ASÍ NOS ENTENDEMOS.

Prefiero morir de pie, a morir arrodillado”. Ernesto Ché Guevara

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