Antonio Núñez Jiménez: científico y revolucionario ejemplar

Sobresalió su amor por la naturaleza desde muy joven. Cuando solo contaba con 17 años fundó la Sociedad Espeleológica de Cuba, el 15 de enero de 1940. Con ello creó un movimiento de jóvenes que empezaron a conocer de manera disciplinada y respetuosa las entrañas de la tierra cubana, con el estudio de distintas formaciones geológicas y en especial de las cuevas existentes en el territorio nacional. Sería una especialidad que jamás dejaría de realizar aún ocupando las más altas responsabilidades en el Estado Cubano.

Con razón se ha llamado a Núñez Jiménez, por acuerdo de la Sociedad Espeleológica de Cuba y de la Sociedad Geográfica de Cuba, el cuarto descubridor de la mayor de las Antillas, después de Cristóbal Colón, Alejandro de Humboldt y Fernando Ortiz. Sus investigaciones y las numerosas obras publicadas sobre la naturaleza cubana son el principal respaldo a su sistemática dedicación científica.

Sus conocimientos sobre el medio ambiente y la naturaleza se enriquecieron con la expedición “En Canoa del Amazonas al Caribe “ ( 1987-1988 ), y antes, igualmente, con las expediciones al Polo Norte (1972 ) y a la Antártida (1982 ).

Además de experimentado geógrafo fue un excelente maestro, aplicaba la docencia con su carácter afable y hablar pausado, y seguro a cuantos lo acompañaban, en especial jóvenes, en sus expediciones. Como alta prioridad, siempre estuvo en él la transmisión de sus conocimientos sobre Cuba.

En la primera etapa de la Sociedad Espeleológica de Cuba resultó inolvidable para él la expedición geográfica a Oriente, en el año 1945, que incluyó las regiones montañosas y que culminó en la región de Guantánamo con los estudios del Rio Toa, el que cubría tantas bellezas naturales que siempre fueron de su atención.

Se patentizan en sus numerosas obras publicadas, con la más alta sensibilidad, temas y experiencias vividas por él acerca de su querida Cuba y que prácticamente eran desconocidas o no se recogían en los textos para la educación hasta el triunfo de la Revolución.

Libros de Antonio Núñez Jiménez

No se debe olvidar que su valioso libro Geografía de Cuba fue quemado por la dictadura por temor a su circulación, pues esa obra refleja la realidad y la miseria en que vivía el campesinado cubano, la tierra en manos de los terratenientes y los latifundistas y otros males del capitalismo. Fue una verdadera afrenta a la educación y a la cultura cubanas.

En los años en que estuvo como Presidente de la Academia de Ciencias ( 1962- 1972 ), en cada expedición científica que organizó siempre se hizo acompañar de especialistas cubanos y extranjeros que laboraban en varios de sus institutos.

Prestó una atención esmerada al Departamento de Investigaciones Subacuáticas destinadas a investigar los fondos marinos y en especial las formaciones coralinas de Cuba. Se adentraba así en los estudios de la plataforma marina cubana y de sus riquezas, y para con sus resultados contribuir al turismo proveniente de otros países ante un posible incremento del mismo.

Antonio Núñez Jiménez, un cubano fiel al Che y a FidelQuien también fuera, en 1958, Capitán de la Columna 8 Ciro Redondo, bajo el mando del Comandante Ernesto Che Guevara, en la campaña de Las Villas, siempre trabajó con visión de futuro. Así, como queriendo perpetuar y al mismo tiempo mostrar con utilidad su obra científica, creó el 26 de mayo de 1994 la Fundación de la Naturaleza y el Hombre, que después de su deceso la presidiría su viuda Lupe Véliz, compañera de toda una vida, y en la actualidad, con innegables aciertos, la hija de ambos, Liliana Núñez.

A su gran sensibilidad humana se unía su apego siempre a la verdad y su entrega indiscutible por hacer, más y más, en beneficio de su patria. Aún estando en su lecho de enfermo, y así lo recuerdo, no dejaba de solicitar materiales para sus obras en las que estaba enfrascado, como fueron las bibliografías, para la Nueva Geografía de Cuba que escribía entonces y que estaría conformada de 14 tomos.

La Academia de Ciencias, fruto de la idea de Fidel y concretada por Núñez Jiménez- y siempre con el estímulo directo de Raúl, el Che y Celia -, a los pocos meses de culminar la Campaña de Alfabetización, tuvo entre sus méritos principales fundar diferentes centros de investigación, entre éstos, varios para el estudio de los recursos naturales y los principales ecosistemas de Cuba. Así, cuando ese prestigioso científico cubano cesó en sus funciones, al ser designado Embajador de Cuba en Perú – donde pudo realizar exploraciones en la Cordillera de los Andes -, dejaba una institución debidamente estructurada, y conformada por 32 institutos, departamentos y grupos de trabajo.

Al conmemorarse el 95 aniversario del natalicio de Antonio Núñez Jiménez, este 20 de abril, la comunidad científica cubana, profesores y estudiosos de la geografía, así como los que integran los sistemas de educación, incluyendo alumnos, lo recordarán como uno de los más altos exponentes de la ciencia cubana.

Antonio Núñez Jiménez, geólogo y revolucionario

Por espacio de un decenio el autor de estas notas, quien junto a Núñez lo acompañó en la Presidencia de la Academia de Ciencias de Cuba, compartió distintas expediciones científicas como fueron las realizadas a las cuevas de Santo Tomás, en Pinar del Rio, Cayajabos en la actual provincia de Artemisa, al Cabo de San Antonio, incluido el plan Macurijes y la Bajada, al Pico Turquino, en varias fechas, así como el bojeo a la Isla de la Juventud.

Siempre agradeceré a Núñez, haber podido estar a su lado, siendo una figura destacada de las ciencias, de prestigio nacional e internacional y que me permitiera colaborar en algunos de sus proyectos. Y sobre todo, por haberme dado la oportunidad de conocer a mi Patria a partir de las entrañas de una tierra, tan fértil como heroica.

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