Por estos días de cuarentena, para sus vecinos es muy grato escucharla tararear, con claridad y hermosa voz profunda, bellas canciones cubanas de cualquier género.
 
A pesar de su avanzada edad ella memoriza casi todas las letras, lo que muchas veces causa verdadero asombro a quienes la escuchan cantar “Quiéreme mucho”, «Son de la Loma” o la «Guantanamera» entre muchas otras.
 
Cuando ve el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana, Norma deletrea con dificultad CORONAVIRUS, una palabra para ella insólita y con matices amenazadores.
 
Ella se percata de que algo fuera de lo normal sucede, pero se siente segura al abrigo de la familia y los vecinos.
 
Lo cierto es que al parecer, no hay pandemia que la amedrente, y todos los días sigue cantando las hermosas canciones que la hacen feliz. A su alrededor hay un sistema de salud que protege al adulto mayor, del que muchas veces ni hablamos, pero como cubanos sabemos que lo tenemos al alcance de las manos y de todos.
 
Como todos los días, hoy la música también suena en casa de Norma. Ella trata de levantarse de su silla pues quiere bailar, siempre ha sido muy alegre, como su hija Ana María.
 
Luego se decanta por cantar y su voz, aún sin proponérselo, trae alegría a sus vecinos y ayuda a sobrellevar el aislamiento social. La observo y me convenzo que aún son varios los años que le restan por vivir a esta abuela cubana.

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