Cuba y la unidad, todo lo pueden

Desgraciadamente, y a pesar de las enseñanzas acumuladas, algunos de nuestros compatriotas denotan exceso de confianza, descuidan el rigor en su bioseguridad con la negativa consecuencia que trae al incrementar la posibilidad de contagio.

Así­ las cosas, al evaluar el comportamiento de la pandemia a nivel internacional, queda demostrado que aun en aquellas naciones donde la vacunación de la población avanza, no han escapado tampoco a los llamados picos pandémicos que pueden tener como causa común el relajamiento en el cumplimiento de las medidas para prevenir los contagios.

Según expertos y científicos cubanos previsiblemente pudiera reportarse una mejor situación hacia finales del mes de septiembre, lo cual no significa que haya desaparecido el virus ni mucho menos, sino que como tendencia el número de confirmados pudiera decrecer como parte también del incremento de la población que ha cumplido con sus tres dosis de la vacunación.

Pero nada de lo anterior es exacto, porque está en dependencia además de lo efectivo que resulte el comportamiento individual y familiar, del rigor y constancia en el cumplimiento de los protocolos sanitarios y de las particularidades demográficas de cada territorio. Los dígitos también aciertan cuando se evalúan las cifras de vacunados que transitan hacia estadios graves o críticos o fallecen, el grupo de inmunizados está en una situación mucho más favorable sin dudas, pero puede infectarse. Por lo tanto, para todos es válido aquello de prevenir, en medio del pico pandémico más complejo que haya vivido hasta el momento el país, y mantiene en vilo y en tensión a todo el sistema de salud cubano, las autoridades y la población.

Ir paso a paso, de manera consciente, considerando siempre que estamos ante una enfermedad muy peligrosa y oportunista, nos permitirá mantener la guardia en alto y, por lo tanto, disminuir fisuras por donde pueda penetrar el virus. Es el camino más efectivo para acompañar a las ciencias.

 

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