El Cuate y el yate que surcó la historia (+ Audio)

Pero este capítulo trascendental de la historia cubana no se puede contar sin Antonio del Conde, El Cuate, el hombre que confió en Fidel Castro desde que lo conoció en Ciudad México.

A este mexicano perteneció la embarcación que en la madrugada del 25 de noviembre, hace sesenta y dos años, zarpó con 82 expedicionarios a bordo para emprender la lucha definitiva por la liberación de Cuba.

El Cuate supo avizorar la grandeza del joven cubano, que sin vacilación y con seguridad absoluta, en 1955 entró en su armería en la calle Revillagigedo número 47, para preguntar si tenía acciones de mecanismos belgas.

Ante la insistente pregunta de Fidel, él le dijo: «Mire usted, señor, yo no sé quién será usted ni me interesa, pero si usted quiere yo lo ayudo».

Antonio del Conde tenía un viejo yate que reparaba para pesquerías. Cuando el joven Fidel Castro vio el «Granma» por primera vez tuvo la convicción de que ese navío surcaría la historia.

Así, El Cuate se convirtió en uno de los colaboradores más cercanos de Fidel en México, preparando la expedición que el 2 de diciembre de 1956 desembarcó por Las Coloradas, en el oriente cubano.

«Me di cuenta de que realmente Fidel tenía una misión grande e importante en su país, que se convertiría en un líder mundial, y le pedí que me dejara hacer por Cuba, lo que yo no podía hacer por México», rememora El Cuate.

Antonio del Conde lleva siempre en la memoria a su amigo Fidel y al yate Granma.

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