El Turismo trata de mantener sus músculos

El golpe combinado de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo ha sido brutal sobre la segunda fuente de divisas del país. Ni Varadero, ni Viñales, ni Trinidad, por citar algunos de los puntos más concurridos, han resistido el embate de esta inesperada crisis que tanto ha dañado a la industria turística mundial y particularmente a la cubana.

De los cuatro y medio millones de vacacionistas que esperábamos el pasado año, apenas vino un millón cien mil y como si fuera poco, los primeros tres casos de COVID-19 reportados hace un año en el país, correspondieron a tres turistas italianos, de los cuales uno murió por la letal enfermedad.

Importante caída

Para este año, el panorama turístico no es muy alentador. Baste saber que entre enero y febrero últimos, apenas 35 mil 600 turistas arribaron a nuestro país, lo que significa una estrepitosa caída de más del 95 por ciento.

Y es que la llegada de vacacionistas no depende solo de Cuba, sino también de las restricciones de viaje que imponen hoy otros países.

Canadá, por ejemplo, tiene suspendidos los vuelos al Caribe y México, y ese es el principal emisor hacia Cuba, con más o menos un millón anual.

De ahí la estrategia cubana de aprovechar este tiempo para remozar los hoteles y mantener en la cayería norte algún nivel pequeño de vacacionistas, sobre todo rusos.

La industria turística es una fortaleza de la economía nacional y ya habrá tiempo para volver a sacar los músculos.

 

 

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