En Cuba se legisla con el pueblo

En entrevista exclusiva con Radio Rebelde, significó que “traer al debate de la Asamblea el proyecto de Ley Electoral, el de Símbolos Nacionales y el de la Ley de Pesca, no es más que traer al Parlamento el debate público, el debate del pueblo”.

En ese sentido, subrayó que “la Asamblea es del pueblo de Cuba, por eso estamos debatiendo las cuestiones que van a impulsar y van a dar vida a la letra de la Constitución”.

“Al tener una Ley de Símbolos Nacionales en estos momentos, actualizada, escuchando la voluntad popular, hay que decir que existe un sentimiento de cubanía, de apego a los símbolos, de respeto”, valoró Ana María Mari Machado.

“Y en una guerra de símbolos –señaló- donde nos quieren imponer banderas foráneas y un uso incorrecto de los símbolos, es extraordinario que nosotros con esa conciencia política estemos en disposición de usarlos con total respeto”.

De igual manera, consideró que “por otra parte, cuando hablamos de una nueva Ley Electoral, hay que decir que mantiene sus esencias, porque no le quita el poder del pueblo al momento de hacer sus propuestas, de nominar, de ser elegido, y las personas también estamos en capacidad de ser autoridades electorales”.

Ana María Mari Machado afirmó que:

esto no es una maquinaria económica que mueve riquezas y divisas, con dividendos particulares, sino que es la voluntad de un pueblo perfeccionado su democracia, donde se refuerza el papel del pueblo y de sus representantes para tomar decisiones para la elección de esos cargos, que tienen el carácter electivo pero donde también se ponen de manifiesto principios de democracia”

“La Ley Electoral refuerza, y también lo hace la Constitución, la rendición de cuenta de los elegidos, los requisitos para ostentar cargos público; y se pone de manifiesto el ejercicio permanente de control a estos tipos de cargos que se están llevando a elección”.

La vicepresidenta del Parlamento puntualizó que “se va encontrando una coherencia desde la institucionalidad a lo que tiene que hacer cada órgano del poder del Estado en función de representar los intereses del pueblo, lo que se va perfeccionando”.

Ponderó el trabajo de las Comisiones Permanentes que “no están en abstracto, y esto ha colocado por ejemplo en este período de trabajo en esta semana, que se han traído a debate en las Comisiones treinta y siete acciones de control y fiscalización que se han hecho políticas públicas a temas que son prioridad para nuestro pueblo”.

“Son temas que lo mismo están en la agenda de gobierno, porque además esa es la coherencia que se va buscando, cada cual en lo que le corresponde; y un poco la mirada de los diputados desde las Comisiones viene a respaldar la política pública que se viene implementando, pero también a tocar con la mano dónde están las insatisfacciones”, refirió Ana María Mari Machado.

Acotó que “hacer control y fiscalización no solo es levantar problemas, sino también validar la voluntad política que se refleja en políticas públicas en nuestro gobierno, para resolver problemas y para jerarquizar situaciones que tienen que tener un tratamiento particular”.

La vicepresidenta del Parlamento cubano agregó que “tenemos que reconocer que en medio de las condiciones que está viviendo nuestro país, con el asedio y recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos y sus acciones subversivas contra Cuba, que pretenden doblegar a nuestro pueblo, la mejor respuesta es este debate, esa cultura política que tenemos los cubanos”.

“Cada uno de nosotros está elegido para un periodo de tiempo, estos no son cargos vitalicios, y lo más importante es tomar el desempeño con responsabilidad, con entrega y esfuerzo personal, con profundidad”, insistió la diputada.

Opinó que “mientras más se parezca el debate de la Asamblea al debate de la parada del ómnibus, de la carnicería cuando se vende el pescado, de la escuela o la consulta médica, cuando tenemos satisfacciones e insatisfacciones, eso es lo que tenemos que debatir y resolver”.

Ana María Mari Machado Insistió en la premisa de proyección estratégica de que “no nos puede consumir el debate de banalidades, porque la Asamblea debe concentrarse en aquellos temas que laceran a un ciudadano, pero sobre todo, en las políticas y enfoques estratégicos que le den desarrollo al país y sostenibilidad en todo lo que estamos haciendo para reforzar nuestro sistema político”.

 

 

 

 

 

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