Fidel Castro, José Martí, el marxismo y la Revolución

En 1900, se inicia una nueva ola de acción y reacción que va consolidando la ideología revolucionaria y aumentando la separación de la ideología del entreguismo y la reacción.

Ante el yugo imperialista se abren dos posiciones, a un lado la de los que siguen tras la «estrella» de  Martí y se enfrentan al enemigo y al gobierno títere que los representa, y al otro lado la de los que asumen el «yugo» y ante «la paja caliente y la rica ancha avena» sirven a los señores, venden la Patria y aumentan la corrupción.

El pensamiento y la acción revolucionaria de José Martí fue superior a las  tradiciones revolucionarias cubanas del siglo XIX, los elementos esenciales entre estas tradiciones y la ideología del proletariado revolucionario del siglo XX, es vital entonces el estudio del pensamiento martiano hasta la creación de  la ideología marxista-leninista para encontrar enunciados que fortalecen la doctrina antes mencionada.

El humanismo es el elemento articulador entre su ideario y la ideología marxista –leninista. Destacan las transformaciones entre el hombre y la sociedad, en la concepción de la revolución tanto social como política, como hecho cultural protagonizado por las masas humildes.

En la generación de Mella, Villena, Marinello, Roa y otros muchos, se produce la unión del marxismo leninismo, con la ideología martiana, surge el leninismo como una sola línea ideológica con una marcada posición marxista en la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales cubanos. 

Cuba entonces y sus más preclaros hijos se centran en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales y clasistas aspirando al logro de la independencia nacional. 

La lucha es una sola y encontró su verdadero cauce con la Generación del Centenario en 1953, dirigida por Fidel Castro, que hace uso continuo de su cultura defensiva, heredada de los que lucharon contra los corsarios y piratas, los mambises, la dictadura de Machado y Batista con la convicción de que es preferible vivir en la pobreza que en la deshonra. 

Fidel hace culto a sus próceres, no solo a aquellos que nos enriquecieron con ideas ilustres sino también a los que con la heroicidad cotidiana formaron nuestras raíces.  De ahí la importancia que nos legara una admiración y respeto por el mambí que fue Antonio Maceo Grajales, Jefe Militar del Ejército Libertador de Cuba. 

El análisis del pensamiento y acción revolucionaria de Fidel Castro, a partir de la relación histórica, política-cultural permitió la importancia de esas conexiones como hilo conductor en la  formación ideológica autodidacta, la evidente toma de conciencia de Fidel Castro en su tránsito durante  la etapa nacional liberadora al socialismo, como proceso ininterrumpido, desde la perspectiva de una asunción crítica y creadora de la ideología del proletariado, la comprensión de la sociedad nacional e internacional contemporáneas, donde su  principal objetivo es cumplir los intereses del pueblo y sumarlo a la lucha. 

Fidel lleva a la praxis lo que pudiéramos denominar, sentimientos principales de Nuestro Apóstol, el antiimperialismo y la comprensión de la necesidad de crear una revolución social 

El Comandante en Jefe, en su rol de líder, durante sus reflexiones y discursos pondera la formación ideológica de las masas populares, mediante la articulación de las tradiciones revolucionarias del movimiento obrero en función de la comprensión histórica y la situación presente de Cuba y la América Latina. 

El pueblo, por intermedio de la palabra de Fidel, conoce el ámbito mundial; el papel del trabajo ideológico desarrollado al frente del Partido y del gobierno, y reconoce en él el maestro que les explica las causas y consecuencias en el ámbito nacional del proceso de la caída del socialismo en la URSS, la importancia de ello en la permanencia de la Revolución cubana, en las más difíciles condiciones económicas y políticas en nuestra historia y  la actual etapa de recuperación. 

Fidel y sus ideas de Revolución coadyuvan al incremento de nuestro prestigio en el ámbito internacional y  la influencia de las tradiciones revolucionarias,  en especial del pensamiento martiano. Con esas armas, defiende el derecho del pueblo de asumir de forma crítica y creadora la ideología del proletariado, de acuerdo a su historia, sus tradiciones revolucionarias y el estado presente del desarrollo nacional, a partir de concepciones martianas, marxista-leninista, y de la interrelación en la historia nacional y universal . 

La transformación consciente de este pensamiento  llevó la Revolución hasta su triunfo, conquistándose así por primera vez la verdadera independencia, y con ella la dignificación  cubana.

Ya no es posible definir a la Revolución cubana, como lo aprendimos en sus orígenes. Hoy, por supuesto, la definición es más compleja. En ella están representados 137 años de lucha y experiencia, y más de 50 en el poder. Cada etapa tuvo sus objetivos, los de hoy, por supuesto, no son los mismos que los de 1959, cuando la Revolución triunfante se enfrentó a la compleja situación del país: hambre, miseria, analfabetismo, incultura, prostitución y las arcas vacías: robadas y llevadas a Estados Unidos.

El 1ro. de mayo de 2000, Fidel Castro ofreció una definición que expresa, precisamente, aquellos elementos que hacen real  el proyecto social que lidera en Cuba. Es una definición coherente, integrada por doce conceptos que contienen las armas, instrumentos y hasta las vías para que la propia Revolución no se detenga. 

Fidel Castro, hoy líder histórico de la Revolución cubana, lega a la posteridad un concepto que será la síntesis de esa lucha de medio siglo en Cuba, que resume en sí mismo el pensamiento de José Martí y de las ideas preconizadas por el Marxismo-Leninismo. 

CONCEPTO DE REVOLUCION 

Revolución es sentido del momento histórico;
es cambiar todo lo que debe ser cambiado;
es igualdad y libertad plenas;
es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos;
es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos;
es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional;
es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio;
es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo;
es luchar con audacia, inteligencia y realismo;
es no mentir jamás ni violar principios Éticos;
es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.
Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.

 

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA 

Enciclopedia ECURED 

Revista CubaSocialista.Cu Fidel y el Concepto de Revolución.  Dr. Eugenio Suárez Pérez 

Ignacio Ramonet: Fidel Castro: biografía a dos voces (página 43 y siguientes). Barcelona: Debate, 2006. 

Discurso pronunciado por Fidel Castro con motivo del 60º aniversario de su ingreso en la Universidad de la Habana, celebrado el 17 de noviembre de 2005 en el aula magna de esta Universidad. Este artículo tuvo una trascendencia especial por el análisis que hizo sobre la posible reversibilidad del proceso revolucionario 

El periodismo en la Revolución Cubana, artículo de Juan Marrero, Ernesto Vera y Roberto Pavón en la web Cubaperiodistas.cu 

Fidel y la Religión: Frei Betto 

Borges Tomás: Un grano de maíz 

Ruth Casa Editorial, 3 títulos: La paz en Colombia, La victoria estratégica y La contraofensiva estratégica 

Blanco, Katiuska: Todo el tiempo de los Cedros 

Blanco, Katiuska: Fidel Castro Ruz: Guerrillero del Tiempo

 

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