Finlay: la utilidad al mundo desde el gran descubrimiento (+Audio)

La directora de la Casa Natal del eminente científico cubano en Camagüey, María del Carmen Pontón Guillermí, recordó que ya en 1881, Finlay presentó en la V Conferencia Sanitaria Internacional en Washington, su teoría sobre el mosquito Aedes Aegypti como agente transmisor de la fiebre amarilla.

Pontón Guillermí aseguró que en 1900, el extraordinario galeno antillano entregó sus resultados investigativos, y hasta huevos del mosquito a la IV Comisión Médica del Ejército Norteamericano, dirigida por el doctor Walter Reed, la que aplicó pruebas de campo para confirmar una hipótesis hasta ese momento no suficientemente bien atendida.

La Directora de la Casa Natal de Carlos J. Finlay, adscrita a la Oficina del Historiador de Camagüey, sostuvo que además de estar considerado uno de los seis microbiólogos más destacados de la historia mundial, el relevante científico cubano incursionó en otras disciplinas como las Matemáticas, la Física, la Química y la Veterinaria.

La Máster en Ciencias María del Carmen Pontón Guillermí subrayó igualmente la vigencia de los protocolos propuestos hace más de cien años por Finlay para tratar y erradicar flagelos terribles como el cólera, ensayados entonces en el Cerro capitalino.

La destacada investigadora de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC), declaró que en la actitud de los médicos del archipiélago, hay mucha de la devoción de Carlos J. Finlay, quien recorrió también el mundo y hasta acumuló una vasta experiencia en casas de campaña.

Fallecido hace exactamente 105 años en La Habana, Carlos J. Finlay cultivó varias especialidades dentro de la Medicina, como la Oftalmología, en la cual su padre era un experto, practicó la natación y concedió una singular importancia a la práctica de deportes y de ejercicios al aire libre para preservar la salud.    

 

 

 

 

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