Fracaso a la puerta

En efecto, las medidas adoptadas por el equipo del presidente golpista Michel Temer se han caracterizado por atacar las más acuciantes aspiraciones populares y destruir los muchos avances logrados por los sucesivos gobiernos del Partido de los Trabajadores.

De manera que con tales acciones, no solo se ha alentado el descontento de las mayorías, sino además la conciencia del real valor de cuánto se ha perdido y puede perderse aún en el gigante sudamericano a cuenta de los planes y acciones de la ultraderecha local y sus socios hegemonistas externos.

De hecho Temer se enfrenta hoy a la desaprobación de más del 60 por ciento de la sociedad brasileña.

Posible regreso popular

Por estos días, además, se refuerza entre la población de Brasil la idea de que el líder obrero Luís Ignacio Lula Da Silva se presente como candidato popular a las elecciones generales de 2018.

Un hecho muy significativo toda vez que Lula ha sido y es víctima de una visceral campaña mediática que ha intentado ligarlo a actos de corrupción y abuso de poder durante los años que ejerció la presidencia brasileña.

Según recientes encuestas, el líder del Partido de los Trabajadores ganaría una primera vuelta con más del 30 por ciento de los sufragios, una notable diferencia con relación a los posibles candidatos de otras fuerzas políticas locales.

Una muestra más de que la derecha en Brasil no ha hecho otra cosa que desacreditarse en los últimos y turbios meses.

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