por El Partido continúa creciendo, no en número de sus militantes, sino en la madurez y profundidad de sus análisis, con inteligencia y aporte de todos. Son tiempos diferentes, donde la evaluación de los procesos económicos y sociales y sus impactos, forman parte de la formación de ideología, y donde comunicar bien resulta más esencial que nunca porque el combate en las redes sociales y desde nuestros enemigos es intenso, y ante ellos se imponen también nuevas estrategias.
Que en la agenda de trabajo del II Pleno del Comité Central hayan estado los temas que figuran en la atención del gobierno, no es casual. El Partido como organización política de vanguardia que logra concretar su labor con la unidad y apoyo del pueblo, que manifiesta su quehacer cotidiano en velar por el cumplimiento de la legalidad, las normas establecidas y que también es garante valores como la justicia social para todos.
Por eso entre las líneas principales del discurso de clausura del Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel estuvieron:
- El aseguramiento político a importantes procesos que se desarrollarán y el necesario debate sobre el perfeccionamiento del Poder Popular.
- La determinación de enfrentar la labor subversiva y agresiva de Estados Unidos.
- Defender y asumir como fortaleza la heterogeneidad de la sociedad cubana, que implica, un trabajo político-ideológico diferenciado.
- Robustecer y desarrollar los mecanismos de participación popular y de trabajo con la población.
- Y que la guardia revolucionaria, la vigilancia revolucionaria no se pueden descuidar jamás.
Como máxima fuerza política del país, el Partido ha identificado que en tiempos como este es imprescindible asumir la heterogeneidad social, con un tratamiento diferenciado, más participativo, donde las personas no solo aporten, sino que sean parte de ese necesario control popular del trabajo de los organismos y organizaciones, porque el Partido representa al pueblo.
Las propias experiencias asumidas por el gobierno con intercambios permanentes con grupos y sectores diversos de la sociedad cubana, no solo ha sido parte de una rendición de cuenta, sino que desde el otro lado, ha aportado enseñanzas importantes para el perfeccionamiento del trabajo y encauzar la labor política e ideológica del Partido con la mira puesta en trabajar por eliminar fisuras que parte del trabajo de los hombres, su ejemplaridad y comportamiento en el radio de acción donde desempeña su labor.
El mensaje está claro ante situaciones difíciles no hay otra alternativa posible que la de resistir y luchar con creatividad y vencer los obstáculos y los problemas como afirmara el Primer Secretario del Comité Central del Partido, ¨tenemos una gran responsabilidad como generaciones, que es el desafío de salvar la Revolución y de salvar la nación cubana¨.
Y en ese gran reto está la unidad, de un pueblo que en mayoría suficiente apoya el proyecto social cubano, un juramento que hicimos cuando dijimos que Yo soy Fidel.