Es por eso que el gobierno hace esfuerzos por resolver esos problemas en las provincias más golpeadas, como Matanzas, Camagüey o Ciego de Ávila.
Nadie puede decir que las autoridades centrales se han quedado cruzadas de brazos ante la dramática realidad de algunos territorios, que están recibiendo ayuda de emergencia en personal, equipamientos, insumos sanitarios, medicamentos y hasta alimentos.
Es la ratificación de la idea recién lanzada por el presidente Díaz-Canel de que ninguna provincia está sola en esta mortal batalla.
Refrescando la memoria
Hay quien hasta ha pedido un corredor humanitario de ayuda a Cuba, lo que pudiera ser una idea loable, si no tuviera una fuerte dosis de oportunismo político, empujada por algunos.
Sí, porque ahora se olvidan de que este país ha tenido que lidiar durante 16 meses con la pandemia, mientras Estados Unidos nos apretaba el cuello como nunca antes.
Se olvidaron de que por eso la compañía china Alibaba no pudo entregarnos una donación sanitaria que mandó a más de cien países. O que han hecho lo imposible por sabotear la producción de nuestros fármacos anti-COVID.
O que hasta prohibieron a dos aerolíneas traer ayuda humanitaria. Son tantas las malas intenciones que es difícil contabilizarlas y el país se ha tenido que fajar con la pandemia con las manos amarradas. Pidamos entonces primero que termine la persecución a Cuba.