Proyecto cubano ZED Mariel en la visión del mercado internacional

En opinión de la experta, ello denota uno de los principales resultados de la iniciativa, encaminada a fomentar el desarrollo sostenible, mediante la atracción de inversiones extranjeras directas, la innovación tecnológica y la concentración industrial con estricta protección al medio ambiente.

Instalada en el norte de la occidental provincia de Artemisa, la ZEDM cuenta por el momento con 24 usuarios aprobados: 14 compañías de capital extranjero, cinco firmas mixtas, cuatro empresas cubanas y una asociación económica internacional a partir de un contrato de administración de servicios entre Francia y la isla caribeña.

Los datos reflejan que las entidades de capital cien por ciento cubano resultan minoritarias, debido en parte a la insuficiente comprensión de las ventajas de establecerse allí, refirió Igarza en una reciente convención de comercio en La Habana.

Por lo dispuesto en el Decreto-Ley No. 313, el régimen especial de la ZED Mariel incluye áreas como aduanas, fuerza de trabajo, impuestos, seguros, actividad monetaria y bancaria, con notables incentivos a los inversores.

Para empresas nacionales, aconsejó Igarza, resultaría conveniente establecerse en el Mariel en alianza con socios extranjeros «aunque en algunos casos no puedan participar de forma mayoritaria en el negocio», porque «es la posibilidad de acceder a métodos gerenciales, tecnología, financiamiento, nuevas prácticas y de insertarse en el comercio internacional».

En los proyectos en preparación, informó, se aprecia un discreto incremento de las empresas del país; sin embargo, «consideramos que aún queda un amplio potencial por atraer, y nos proponemos continuar trabajando en ese objetivo».

Tras más de un trienio en activo, el proyecto registra avances discretos, pero sostenidos en su objetivo de incentivar proyectos integrales que permitan sustituir importaciones, fomentar exportaciones con productos nacionales de alto valor agregado y generar empleos, en articulación con el comercio internacional y la economía nacional, evaluó.

Con 465,4 kilómetros cuadrados de terreno, la Zona concibe su desarrollo por etapas, el cual se concentra en la actualidad en el llamado Sector A, cercano a la bahía de Mariel y que representa alrededor del nueve por ciento de la superficie total.

Dicho sector tiene como industrias pilares a los servicios logísticos, la biotecnología, la farmacéutica y las manufacturas avanzadas, con prioridad en los sectores de alimentos, envases y embalajes, materiales y tecnologías para la construcción, transformación del acero y bienes de consumo.

En opinión de la especialista, hay progresos en la creación de infraestructuras básicas y auxiliares, entre las que sobresalen kilómetros de viales primarios, secundarios y terciarios; vías férreas nuevas y renovadas, servicios de Internet, acueducto, alcantarillado, alumbrado público y sistema de infocomunicaciones interconectado por fibra óptica.

A solo 45 kilómetros de La Habana, el enclave cuenta con acceso marítimo, ferroviario, por carretera, y disfruta de la proximidad de dos aeropuertos, el Internacional José Martí y el de San Antonio de los Baños, cuya expansión estará dirigida hacia el transporte de mercancías.

Con vistas a crear ese andamiaje, el estado cubano ha ejecutado inversiones en el orden de los 300 millones de dólares anuales; «todo ello, enjuició Igarza, ofrece un importante soporte a quienes exportan a Cuba o utilizan al país como una puerta de salida hacia comercio exterior».

En cuanto a infraestructura para el comercio, la ZED dispone además de 46 mil 784 metros cuadrados de almacenes techados, 30 mil metros cuadros en almacenes a cielo abierto, así como ocho mil 500 metros cúbicos en naves refrigeradas.

Las capacidades de almacenaje seguirán creciendo; están evaluadas nuevas obras en función de los inversores y de quienes decidan utilizar el puerto del Mariel para el trasbordo, confirmó.

Diseñada y equipada para recibir buques del tipo Neo Panamax, la terminal de contenedores sobresale por la calidad de su gestión que corre a cargo de PSA International, de Singapur, líder mundial en esa rama, apreció.

«Nuestra aspiración, comentó, es que la terminal pueda convertirse en un puerto de trasbordo a escala regional, teniendo en cuenta que en su radio de acción se hallan 32 de los más importantes puertos del área».

Desde el muelle actual con 702 metros, la instalación puede operar 824 mil contenedores anuales y sus proyecciones de expansión contemplan hasta dos mil 400 metros de frente de muelle y tres millones de contenedores al año.

Entre los usuarios de la ZED figuran seis empresas de logística, pero lo existente todavía no cubre las expectativas tanto nacionales como de la región. «Estamos dando los primeros pasos; tenemos que lograr atraer empresas mucho más fuertes, que se encadenen con el resto de la economía cubana, y todavía eso no está cubierto a total capacidad», señaló.

Por su ubicación geográfica, afirmó, el enclave del Mariel resulta privilegiado al estar en el centro del mar Caribe y muy próximo a los cruces norte y sur del tráfico marítimo internacional; además, goza de una excelente interconexión dentro de Cuba, cuyo comercio exterior se beneficia de múltiples acuerdos con otros estados.

En 2016 la industria turística registró una cifra récord de cuatro millones de visitantes internacionales; ello dio continuidad a una tendencia creciente que, a juicio de Igarza, representa también mayores oportunidades de negocios en la ZEDM.

Las perspectivas de la rama señalan la necesidad de volúmenes altos de importaciones y exportaciones, lo cual requiere una base logística especializada en función de llevar los productos a los clientes finales en el tiempo y la forma que soliciten.

Con esa visión trabaja desde el Mariel, la empresa mixta Logística Hotelera del Caribe, entre la cubana AT Comercial y la española Iberostar Hotels & Resorts, a fin de prestar servicio logístico especializado al turismo.

La planta hotelera nacional deberá incrementarse de 65 mil habitaciones en el presente hasta 130 mil en los próximos años; «por tanto vamos a ir necesitando de un servicio personalizado a cada hotel y cliente, que nos permita contar con todo lo que se demanda en cada una de las categorías hoteleras», subrayó Igarza.

Otro factor dinamizador, observó, es el incremento de las operaciones aéreas: «las aerolíneas demandan el abastecimiento continuo de productos para el servicio a sus clientes, así como surtidos con vistas al mantenimiento de los equipos, y Cuba con su zona especial podría ser un enclave propicio para ello».

Entre los usuarios de la ZED figura también la firma BDC Log, dedicada a la transportación de carga, el alquiler de equipos, la reparación y el mantenimiento automotor de medios pesados, y en estos momentos evalúa su expansión hacia la actividad de almacenaje. En su primer año de operaciones, la compañía triplicó el ingreso previsto en el estudio de factibilidad, debido a su eficiencia y productividad en el manejo de las cargas.

Según insistió, las actividades logísticas constituyen uno de los ejes fundamentales en la presente etapa del enclave, el cual irá incorporando cada vez más actividades de la alta tecnología y la industria.

Igualmente, aseguró, nos hemos concentrado en las entidades financieras y bancarias por la importancia que tienen para el desarrollo de cada una de las actividades, y en los servicios de la construcción.

Dentro del contexto nacional, la ZEDM representa una de las propuestas más atractivas para las inversiones extranjeras directas que, según evaluaciones gubernamentales, deben convertirse en una herramienta clave para el desarrollo económico.

Cálculos oficiales avalan que el país requiere de dos mil a dos mil 500 millones de dólares anuales de inversión externa para estabilizar una tasa de acumulación de entre 20 y 25 puntos porcentuales, a fin de alcanzar ritmos de crecimiento del Producto Interno Bruto superiores al cinco por ciento.

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