Nunca podrán bloquear la esperanza y voluntad de Cuba

Es una realidad que influye negativamente en el desarrollo de todas las ramas de nuestro país, pero en la economía hace una mella incalculable, pues al obstaculizar el comercio con otros países, Cuba se ve imposibilitada a tener tecnología de punta y avanzar en el trabajo de las industrias.

De esta forma, tampoco admite la entrada al mercado norteamericano de las exportaciones de empresas mixtas con nuestro país.

Estos y otros argumentos, como la inmovilidad del desbloqueo que anunció el presidente norteamericano Barack Obama en el año 2014, provocan dudas en la comunidad internacional, la cual, además, se realiza fuertes críticas al llamado embargo.

Cuba es un país subdesarrollado, con una economía que depende, en gran medida, del comercio exterior, de tecnologías y capitales externos, de créditos, inversiones y de la cooperación internacional para su avance.

Si analizamos que el daño causado a la economía cubana asciende a más de 120 mil millones de dólares, podemos entender cuánto trabajo ha costado actualizar las añosas industrias, cuyas piezas de repuesto la mayoría de las veces ya no se producen.

Al prohibir el acceso a financiamientos provenientes de bancos estadounidenses para el desarrollo de proyectos con inversión extranjera directa en el país, y continuar la aplicación de sanciones y presiones a empresas extranjeras, el Gobierno de Estados Unidos impide el establecimiento de negocios conjuntos en la mayor de las Antillas.

Pero la reserva más valiosa que tiene esta isla caribeña son sus especialistas, con una alta preparación y capaces de buscar soluciones ante cualquier obstáculo.

Lo más importante es que, a pesar de todos los inconvenientes, nunca podrán bloquear nuestra esperanza y la voluntad de seguir adelante.

 

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