Consulta popular, un ejercicio democrático e inclusivo

Tras un intenso trabajo de especialistas, expertos, juristas, representantes de organizaciones de masas, y también el profundo debate que tuviera lugar en diciembre pasado en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el escenario quedó listo para que desde el actual febrero y hasta abril, la versión 24 del Proyecto del Código de las Familias fuera presentado a todo nuestro pueblo para someterlo a nuevas propuestas o criterios.

Esta etapa, como las anteriores, es muy importante porque es parte del cumplimiento de ese ejercicio democrático – refrendado en nuestra Constitución- , donde el soberano resulta el principal protagonista.

Durante esta etapa, es también esencial estudiar el texto, conocerlo, interpretarlo y hacer un ejercicio consciente de apropiación de su letra para poderle aportar opiniones durante las reuniones que tienen lugar en cada circunscripción del país.

Lo primero es asumir que a partir de los nuevos escenarios y contextos que vivimos se ha buscado atemperar el contenido de este cuerpo jurídico a las nuevas realidades y particularidades que marcan hoy a la sociedad cubana, teniendo en cuenta a todos, potenciando el rol que tiene cada actor en la familia, defendiendo los afectos, el amor.

Por eso es inclusivo y abarcador, se ha reiterado, igualmente avanzado y moderno.

Los encuentros que tienen lugar en cada comunidad lo abarcan todo. De manera que se van repasando los contenidos de los diferentes títulos preguntando, indagando, con respeto a cada una de las opiniones de los presentes, libre y espontáneamente, con total libertad para robustecer el texto, ratificarlo o hacerles nuevas propuestas.

Durante los últimos meses, y aún cuando el país ha enfrentado el rigor de la COVID como ha sucedido a nivel internacional, la actividad legislativa de la nación no se ha detenido, y ahora como sucede durante todo el proceso que precede al referéndum nacional sobre el proyecto del Código de las Familias han sido múltiples los criterios, teniendo en otros casos a nuestros diputados como representantes del pueblo, a protagonistas activos en la aprobación de varios cuerpos legales.

Con el Código de las Familias en principio se recibieron opiniones primero de juristas y expertos de todo el país. Suerte de consulta especializada donde el texto fue colocado en la plataforma digital para su debate antes de ser sometido al escrutinio de los diputados en diciembre pasado.

Es un largo camino, que robustece y perfecciona, que va encaminado ahora al conocimiento del resto de las personas sobre el contenido del proyecto, un verdadero ejercicio democrático e inclusivo.

 

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