Un combate por la vida en la primera línea (+Audio)

La habitual tranquilidad del recinto, y la perenne pulcritud que le caracterizan, ahora se acentúan.

Como bienvenida, la invitación para participar en el encuentro de “cambio de guardia” y primeras indicaciones del día, que como habitualmente ocurre, realizan los principales directivos de la institución.

Casi enseguida, y en un cubículo especialmente dedicado a tales fines, se nos provee de los elementos de seguridad imprescindibles. Las bromas que este paso desencadena, al hacernos irreconocibles casi, debido a la “envoltura” verde que ahora nos protege, aligera en alguna medida la lógica impresión del momento.

Nadie lo dice, pero lo sabemos, el riesgo está ahí, nos rodea, no lo vemos, pero sin embargo sentimos un sentimiento especial, que, en este oficio difícil, lleva hasta algo de felicidad:

Otra vez, como en tantas ocasiones, nos sentimos útiles, y esa es, precisamente, nuestra humilde motivación de hoy.

En el Fermín Valdés Domínguez, se encuentran sesenta y seis hospitalizados, es la suma entre los incorporados al sistema de vigilancia, sospechosos y los casos positivos, que son los menos.

Acercarnos a la doctora Sonia Miranda Lazo, Vice Directora del recinto hospitalario, nos carga de una especial confianza, de hecho, la experimentada especialista Holguinera, va a permanecer junto a nosotros hasta el último minuto de nuestra misión periodística allí.

En las nobles palabras de esta profesional de las ciencias médicas, en su historia colmada de trasparencia, altruismo y lealtad, le faltó decir, que sus hijos, su familia toda, no se va a descansar cada noche sin antes conocer de ella misma, cómo ha sido la jornada, cómo va la batalla, cómo está su propia salud.

Ella hace lo mismo, todo por vía telefónica. Su puesto, ahora es permanecer en el Hospital. Pero esos momentos de tanta carga emotiva, difíciles, muy difíciles, para quienes, a cambio de nada material, arriesgan todos los días sus propias vidas, por la vida de otros seres humanos, llevan sin embargo hermosas ofrendas morales, para estos soldados de la patria agradecida, para estos Héroes y Heroínas, en franca y tenaz lucha contra los embates de la muerte.

 

Las palabras del italiano Jean Carlos Roseti, un paciente que estuvo en estado crítico, y ha sido arrebatado a la muerte, por la pericia profesional, y el incansable batallar de quienes le atienden en la sala de terapia intensiva del Hospital Fermín Valdés Domínguez, son suficientes.

Y aunque esas palabras las expresa en su idioma, no hace falta traductor alguno para entenderlas.

Sencillamente para este hombre entrado en años, de quien sabe cuántos avatares, que en Cuba le ha tocado una lucha frontal contra la muerte, aquí descubrió, lo que, para nosotros, por cotidiano, a veces pasa inadvertido.

La solidaridad, el humanismo, el altruismo, aquí no son meras palabras.

 

 

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