«Fatiga social» apuntala ocaso de las redes sociales

Sin embargo, varios estudios recientes han arrojado datos que dibujan una tendencia que apunta con claridad a un agotamiento del furor alrededor de las redes.

Según relata la revista Papel, los españoles dedicaron 9 minutos menos a la semana a bucear en las principales plataformas (Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat) con respecto al año anterior.

En el caso concreto de la red principal, Facebook, sus usuarios estuvieron navegando en ella 8 minutos menos semanales, lo que se traduce en miles de horas si multiplicamos los 15 millones de personas registradas en nuestro país.

En Twitter la caída es mucho mayor: 37 minutos menos a la semana han utilizado los usuarios españoles en esta red.

Son datos del estudio anual de IAB Spain, una asociación que se ocupa de la publicidad en medios digitales.

Otro estudio, el de The Cocktail Analysis, despliega datos en la misma dirección. El consumo de la red creada por Mark Zuckerberg ha descendido un 8 por ciento en Alemania, Brasil, EE.UU, Australia, India, Reino Unido y Sudáfrica, además de España.

Desde Estados Unidos la tendencia ya tiene nombre: «social media fatigue», es decir, «fatiga social».

Cada vez, las personas son más esquivas con respecto a actividades como ver fotos de otros, entablar discusiones «on line» o contar su vida en directo, lo que repercute en el tiempo y el uso que damos a las redes.

Mientras que su principal uso radicó desde su nacimiento en lo social, ahora los usuarios, fatigados por la saturación de lo que ofrece la red, buscan concederle un espacio meramente práctico en sus vidas.

La rápida evolución de las redes ha sido un factor fundamental para entender la nueva tendencia actual. Una vez masificado su acceso, los usuarios han decidido buscar espacios de mayor privacidad.

Este camino ha conducido hasta servicios de mensajería como WhatsApp, Telegram y Snapchat.

La hostilidad y crispación también caracterizan a redes como Facebook y Twitter, donde las discusiones en tono elevado son muy habituales, espoleadas por una menor sensación de implicación y la intercesión de una pantalla.

Los llamados «trols» de las redes suponen el mejor ejemplo de personajes nacidos al calor de estas dinámicas de relación internauta.

Iniciativas de algunas plataformas, que lanzan retos como permanecer un número de días sin acceder a la cuenta, o las propias de usuarios que necesitan desengancharse apuntalan el momento de ocaso de una comunicación social que, sin duda, continuará en plena transformación.

Editor: Conrado Vives Anias.

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