The Washington Post dictamina uso de redes sociales a sus periodistas

Aunque no se reflejan conclusiones sobre el tema, lo cierto es que la ética y el sentido común debe reinar en un espacio donde para las personas no deja de ser una “voz autorizada” que habla, en todo momento desde una posición de periodista, o analista, o médico, o cualquiera que sea tu profesión.

Se trata de dejar de ser quién eres… no, se trata de ser mesurado, y vivir bajo principios comunes… no obstante, aquí le dejamos algunas pistas de lo que The Washington Post indica a sus periodistas.

El documento reza casi al comienzo: “Recuerde que, si usted se identifica como empleado del Post, o se lo conoce como empleado del Post, o habla sobre el Post en las redes sociales, todo lo que publique es un reflejo del Post”.

“Para ayudarlos a tomar decisiones responsables, el Post ha establecido estas pautas sobre el uso apropiado de las redes sociales”, se indica.


Lo que establece la guía para los periodistas

– No hable en nombre del Post sin autorización

– Sea transparente y asuma la responsabilidad de sus opiniones personales. (Es preciso aclarar que la publicación del periodista no refleja la perspectiva del periódico).

– Respete la propiedad intelectual.

– “Evite hablar mal del Post y de los productos y servicios de sus clientes. Esto incluye a competidores, anunciantes, suscriptores, puntos de venta o terceros en general.

– “Al usar las redes sociales, cumpla con los principios del Post. Así, no se puede discriminar, acosar, amenazar, expresarse con violencia o afectar la seguridad informativa.

– Sea respetuoso. El Post no tolerará la publicación de textos, audios, fotos o videos que sean maliciosos, abusivos, mentirosos, vulgares, obscenos, sexualmente explícitos o de discriminación por raza, color de piel, nacionalidad, religión, género, orientación sexual, edad, discapacidad.


Por supuesto, no todos los periodistas están de acuerdo, pues alegan que sus libertades están siendo controladas, sin embargo, el Post se ha mantenido firme en su decisión.

De hecho, conocemos otras instituciones periodísticas que han aplicado las mismas técnicas, no solo con un manual sino también con la creación de perfiles alternativos de los periodistas para que, mientras firmen con su nombre en su medio, usen su perfil como extensión del mismo.

The New York Times, por ejemplo, implantó un manual muy parecido, con lo que pueden o no publicar sus periodistas, TeleSUR, es bien conocida por sus políticas con respecto a las redes sociales; cada persona asociada a la marca sabe que en cualquier post se le va a asociar con la cadena y en consecuencia, tiene que actuar correctamente.

¿Necesitan los periodistas guías como esta?

La respuesta es sí, puedes estar o no de acuerdo, pero la verdad que la ética en tiempo de redes es tan compleja y diversa que los manuales ayudarían a evitar grandes problemas.

La serie de incidentes de corresponsales que comparten información sin sentido, y por sin sentido me refiero a textos, imágenes e incluso videos que van en contra de las políticas de los medios hace pensar que sí.

 

Se habla de dos perfiles, en mi opinión, modesta y condensada, con solo uno basta, las ventajas de tener una página profesional exceden el hecho de compartir nuestros trabajos, o dar una visión “institucionalizada”, va más a aprovechar estadísticas, interactuar mejor con una audiencia que puede o no seguirte, tratar de conquistar espacios en estos tiempos donde la información es tan inmediata y dispersa.

Ahora quedan las preguntas… ¿consideras necesario la creación de manuales de uso de redes sociales para periodistas? ¿consideras ético publicar artículos, fotos o videos que vayan en contra de los principios del medio? ¿consideras algo trivial el uso de las redes sociales usando el nombre con que firmas en el medio de prensa?

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