El legado del maestro Conrado Benítez (+Audio)

El ejemplo de Conrado Benítez García había servido de inspiración a los cien mil jóvenes que engrosaron las Brigadas que tomaron su nombre y fueron la fuerza fundamental de la Campaña de Alfabetización realizada en toda Cuba el propio año de su muerte.

El joven Conrado era uno de esos primeros maestros voluntarios que al llamado de la Revolución, subió montañas para ofrecer la luz de la enseñanza a las personas que hasta ese momento les había sido negado todo tipo de acceso a la educación.

El 5 de enero de 1961, Conrado fue asesinado en la serranía trinitaria. Las únicas armas que el maestro portaba, eran sus libros para enseñar a sus alumnos.

Conrado Benítez, aquel joven de 18 años, a quien el poeta Nicolás Guillén evocó como el «maestro, amigo puro», fue apresado por bandidos financiados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, en el lomerío del Escambray, donde impartía clases a los campesinos.

El ejemplo de Conrado Benítez se multiplicó y cien mil jóvenes cubanos continuaron la obra del maestro asesinado, a la par que miles de campesinos reafirmaron su fe en la naciente Revolución.

Para la conciencia del mundo el crimen cometido en la zona de San Ambrosio fue una página más del terrorismo contra el pueblo cubano, ejecutado por hombres apoyados por la CIA.

Cuando Cuba se declaraba en 1961 territorio libre de analfabetismo, el legado del maestro asesinado el 5 de enero de ese año se convirtió en bandera de lucha para todos los tiempos.

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