Fábrica de mentiras

Durante las décadas de la funesta «posición común» auspiciada por el entonces presidente del gobierno español, José María Aznar, hubo también intromisión y alineación de algunos representantes del país centroeuropeo con las políticas contra Cuba emanadas desde Washington. Ahora, el Parlamento Europeo ha dado cabida a la señora Dita Charanzová, eurodiputada checa.

Esta diplomática, que dudo mucho conozca Cuba y que sería demasiado pedirle que esté familiarizada con nuestras leyes, propuso el debate y el voto de una resolución de urgencia sobre la situación de un contrarrevolucionario al servicio de Estados Unidos y acerca de los derechos humanos en general en Cuba, bajo el mismo discurso utilizado por Washington.

Imagino que esta vez -una más- el mensaje fue redactado desde la embajada de Estados Unidos en La Habana, que, por instrucciones del Departamento de Estado, quiere convertir a este señor en un preso político e ignorar que fue detenido por las autoridades competentes el 1ro. de octubre, en respuesta a la denuncia presentada por su coterráneo Sergio García, quien lo acusó a él y a otros tres individuos de haberlo secuestrado durante toda una noche y propinado una severa golpiza, que lo dejó en condiciones de ingreso hospitalario.

Cuba, a través de su embajadora ante Bélgica, Luxemburgo y la Unión Europea, Norma Goicochea, ha esclarecido que por dicha denuncia, el contrarrevolucionario José Daniel Ferrer está pendiente de juicio, en correspondencia con el marco legal cubano.

Semejante conducta atenta contra el respeto a la dignidad humana, principio que el Tratado de Lisboa reconoce en la acción en la escena internacional de la Unión, al igual que el respeto al Estado de Derecho, y a la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos, los que son compartidos y preservados por mi país, subrayó la embajadora de la Isla.

De igual manera, la diplomática denunció la clara intromisión de Estados Unidos y su embajada, orientando, instigando y financiando la conducta violenta y desestabilizadora de este ciudadano, de quien pretenden fabricar la imagen de opositor perseguido y maltratado.

Por cierto, este propósito yanqui es más viejo, incluso, que la creación del Parlamento Europeo, y, por si la señora eurodiputada checa no lo sabía, Cuba ha derrotado y lo seguirá haciendo -venga de donde venga la mentira disfrazada de diplomacia- todos los planes de los gobiernos de Estados Unidos y sus pretensiones  intervencionistas.

La fábrica de calumnias con etiqueta checo-estadounidense tendrá que cerrar su accionar, pues aquí siempre chocará con la verdad, el valor y la decisión inquebrantable de todos los cubanos.

Debo agregar que la señora Dita Charanzová también ha sido una entusiasta en la política de sanciones al estilo estadounidense.

En este aspecto, vale recordar que la citada eurodiputada califica a Venezuela como «narco-dictadura» y es favorable a nuevas sanciones de la ue contra Caracas.

Respecto a las medidas aplicadas por Estados Unidos al sector petrolero venezolano, la diplomática las aplaude porque «hay que darle a la dictadura donde más le duele: el petróleo», publicó el sitio digital RFI.

En igual sentido, fue una de las firmantes de una carta de la Unión Europea para que se reconociera a Juan Guaidó como presidente de Venezuela.

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