En los más recientes capítulos de nuestra guerra de liberación, aquellos duros momentos del Moncada y la Sierra Maestra, nuestras más emblemáticas féminas abrazaron la causa; en ciudades y en las propias montañas pelearon como iguales junto con sus hermanos de causa. ¿Cuántos nombres gloriosos pudiéramos mencionar? Haydée, Melba, Celia, las hermanas Giralt, ¡Vilma!: la heroína santiaguera, brazo derecho de Frank País, quien poco antes de su asesinato la nombrara coordinadora del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Oriente. Fueron incontables las veces en que Vilma arriesgó su vida, salvándola solo gracias al apoyo del pueblo santiaguero.
Fue Vilma de Cuba, nuestra inolvidable Vilma Espín, a quien por méritos y virtud Fidel le encomendó la tarea de fundar y dirigir la Federación de Mujeres Cubanas (FMC); más que una agrupación femenina, punto de partida para medidas reivindicadoras para las mujeres esposas, madres, estudiantes, obreras y campesinas, dispuestas a su vez a defender con las armas la Revolución que desde entonces las había liberado. Jamás en la historia un proyecto social había contado con tan formidable organización.
Fue el 23 de agosto de 1960 cuando quedó constituida la FMC, heredera y unificadora de otros movimientos femeninos que le precedieron, y la cual constituye su síntesis más acabada y perfecta.
El teatro de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) se vestía de gala aquel día histórico con la presencia de Fidel, Raúl, Vilma y una representación del pueblo para constituir lo que de ahí en adelante sería el baluarte desde el cual las cubanas apoyarían todas las tareas orientadas por la Revolución, siendo de una vez y por siempre protagonistas de primera fila del proceso transformador recién comenzado en 1959.
Hoy celebramos el nacimiento de la Federación de Mujeres Cubanas, a cuyo frente estuvo y estará por siempre su inspiradora y eterna Presidenta Vilma Espín Guillois, la compañera de Raúl en el Segundo Frente Oriental, en la vida, la familia y en cada tarea de la Revolución.
Hace 56 años de aquel acontecimiento feliz porque como oportunamente expresara Fidel: «…Y es tarea de la Federación organizar a la mujer cubana, preparar a la mujer cubana, ayudar a la mujer cubana en todos los órdenes, en el orden social, en el orden cultural, elevando su preparación, a través de cursos, a través de publicaciones, poniéndola al tanto de todas las cuestiones de las mujeres en todo el mundo, relacionándola con las actividades culturales y sociales de las mujeres de todo el mundo…»
La misión fue fiel y felizmente cumplida. ¡Felicidades y nuevos éxitos a nuestra gloriosa FMC!.