Traición y delación: los mártires del reparto Juanelo

El traidor y delator, José Antonio Piñón (Popeye) – quien tocó la puerta del citado domicilio – era acompañado del sanguinario Esteban Ventura, quien llegara junto a numerosos esbirros. Al ser sorprendidos los cuatro revolucionarios resultaron golpeados y ametrallados sin compasión.

Eran estos Alberto Álvarez Díaz, Reynaldo Cruz Romeo, Onelio Dampiel Rodríguez y Leonardo Valdés Suárez (Maño), jóvenes combatientes del Movimiento 26 de Julio, ejemplos de inteligencia y valentía, vanguardia en la lucha contra la dictadura en el territorio de Regla. No corrieron igual suerte las mensajeras de la Comandancia del Ejército Rebelde Lidia Doce y Clodomira Ferrals, que habían pasado la noche en ese apartamento.

Durante varios días ellas fueron víctimas de las más crueles torturas sin poder sacarles información alguna. Sus cuerpos, casi sin vida, serían arrojados a las profundidades del mar.

Los mártires del Reparto Juanelo fueron siempre admirados y reconocidos por su valor a toda prueba. Ellos realizaron las más riesgosas misiones desde sabotajes, desarme de policías, hasta una de sus últimas acciones, el secuestro de la Virgen de Regla que tuvo una repercusión política más allá del territorio reglano, y sí de alcance nacional debido a la difusión dada en los noticieros radiales y la prensa escrita de entonces.


Tomado de la enciclopedia cubana ECURED


Oportuno es recordar como el Comandante Delio Gómez Ochoa (Marcos), poco después de llegar a la Habana como Jefe Nacional de Acción del Movimiento 26 de julio, reconoció, por su valor, al cohesionado grupo reglano.

Después de la primera reestructuración por zonas, realizada por el Comandante Marcos, al frente del Movimiento en Regla fue designado Alberto Álvarez, Capitán, mientras a Reynaldo y Onelio, como tenientes y Maño, como sargento respectivamente.

Fue tal la valoración del Comandante Marcos acerca de los combatientes de Regla, que en los planes para la creación de diferentes grupos guerrilleros en la periferia de La Habana se contempló a los reglanos, encabezados por Alberto Álvarez, para operar en el territorio de Jaruco. Ese plan incluía zonas montañosas de Guanajay, Madruga, Bejucal y la vecina provincia de Matanzas.

Todas esas zonas fueron visitadas y estudiadas por Marcos, sin embargo, la propia dinámica de la lucha contra el batistato impidió la concreción de los focos guerrilleros. Solo se concretaría el de Madruga dirigido por José Garcerán del Vals.

Todos los años los lugareños de Regla y San Miguel del Padrón recuerdan a los mártires del Reparto Juanelo, ejemplos innegables por su heroísmo para la juventud cubana de hoy.

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