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La serpiente Cascabel posee un veneno extremadamente fuerte que llega a destruir los glóbulos rojos de la sangre; afecta el tejido corporal, la circulación y causa mordeduras sumamente dolorosas, llegando a ser fatales para los seres humanos. Es reconocida como la más peligrosa de todas las serpientes de los Estados Unidos.
Por su parte, los atributos de la paloma son diametralmente opuestos; mientras aquella aborrecible es asesina y depredadora, el ave simboliza todo lo contrario porque llega, incluso, a ser calificada como símbolo de la paz. Si usted llega a pensar en el gobierno de Estados Unidos cuando menciono “serpiente”, yo no quiero contradecirlo.
Vea usted: el país del norte ha cometido desde 1959 a la fecha, 36 invasiones y distintos actos de agresión directa, además de 200 sabotajes y golpes de Estado. Solo en el caso de mi país quiso, y no logró, arrodillar al pueblo cubano perpetrando la invasión por Playa Girón; causante de la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación, que ocasionó la muerte a más de 70 cubanos y algunos de otras naciones; caso semejante el del vapor La Coubre que, en el puerto de La Habana explotó, produciendo innumerables muertes; colocación de bombas en hoteles, introducción de gérmenes en la agricultura, la fiebre porcina y otras tantas agresiones que hace difícil mencionar por su enorme extensión. A todo ello habría que añadir la guerra mediática que se nos hace y, obviamente, un bloqueo genocida que dura ya más de 100 años.
Pero fíjese usted en algo curioso: Estados Unidos, como se conoce, es el país conocido como el abrigo indiscutible de todo tipo de bandido, dictadores, saboteadores, mafiosos, y terroristas internacionales como Posada Carriles, y otros torturadores de oficio como los cubanos Esteban Ventura y Rolando Masferrer. Para colmo, a esos señores los califica como luchadores por la libertad y contra el comunismo. Sin embargo, se auto congratulan diciéndole al mundo que son –lea despacio por favor- el mayor combatiente del terrorismo mundial.
Y con tal afirmación no concluye el derroche de cinismo: resulta que se permiten elaborar listas de países que patrocinan el terrorismo, entiéndase naciones que se resisten a la subordinación al imperio. Y como son tan preocupados por ese flagelo tienen derecho a confeccionar listas de naciones que lo patrocinan, como fórmula para justificar las sanciones a los indisciplinados que no acatan los mandamientos imperiales. Sin embargo son, realmente, un nido de terrorismo internacional.
Algo más sobre tanta podredumbre: resulta que algunos congresistas reaccionarios, presididos por María Elvira Salazar (lástima que sea mujer y cubana) ha introducido una propuesta de ley que impide eliminar a Cuba de la bochornosa listica mientras no cumpla con los requisitos criminales de la sección 205 de la Ley Helms-Burton, entiéndase claudicación de nuestro sistema. A tal pretensión, como es de esperar, se han sumado figuras tan “ilustres” como Marco Rubio, Rick Scott, Ted Cruz y Bob Menéndez, todos de la misma fauna, que llegan a invocar a Dios al final de sus manidos discursos, como fórmula indirecta de hacerlo partícipe del crimen. ¡Que Dios nos acompañe!, ¡Dios está con nosotros!
Nosotros, cubanos y cubanas, por nuestra cultura aprendimos a respetar a Washington; sin embargo, ellos se empeñan en ignorar a nuestro José Martí, y no aceptan el significado de su pensamiento irrenunciable cuando afirmó que:
“Antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria, se unirá el mar del sur al mar del norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.
