Otro eslabón para la cadena

A partir de 1959 se han creado las más disímiles e incontables organizaciones, fórums, sociedades «patrióticas», declaraciones de presidentes «democráticos», congresos y hasta emisoras de radio y televisión, exclusivamente creadas para atacar a Cuba; todo con el propósito de mentir, distorsionar, desestabilizar y, en síntesis, hacer de nuestro gobierno revolucionario un ejemplo de diablo de las Américas.

Si analizamos tantas afrentas se hace cada vez más evidente que no solo desprecian a la mayor de las Antillas, es que además la subestiman. Debían ser un poco más sensatos para percatarse que para nuestra isla rebelde no valen intimidaciones, ni ataques, ni amenazas.

Ni siquiera recuerdan -o no quieren recordar- lo que les sucedió con la invasión de Playa Girón, ni la ecuanimidad que el pueblo tenía ante la llamada crisis de octubre que mantuvo el mundo a minutos de una conflagración mundial. 

Claro pedirle al lobo hambriento que recapacite es una tontería. Ahora, recientemente han añadido otro eslabón a la cadena perversa. Se trata de la llamada «Asociación Democrática Iberoamericana» que describen como «una Academia que servirá para denunciar los peligros del populismo de izquierda».

Figúrese usted, ahora resulta que la izquierda es un peligro, y la derecha un montón de seres preocupados por el bienestar de esta sufrida humanidad. Piense si Trump, por ejemplo, siendo de derecha, es un ejemplo de estos últimos.

Naturalmente, se infiere quiénes son los que integran esta cofradía  tan preocupados por el bienestar de los pueblos: sencillamente una agrupación de «honorables» señores y, lamentablemente, hasta una mujer.

Le menciono algunos: un ex preso cubano de nombre Regis Iglesias; José Ignacio Guedes, venezolano, secretario de la Mesa del Congreso creada por la oposición; un ex ministro de Bolivia, Hugo Carbajal; y entre otros más de semejantes pensamientos cínicos, se encuentra Melin Duarte, otra activista opositora del chavismo.

Hay algo más muy curioso en todo esto: los integrantes de la Asociación Democrática Iberoamericana «intentan concientizar a la opinión pública internacional, y específicamente a la española, de los peligros que se corren cuando se abre las puertas al populismo de izquierda, lo que termina, dicen, siendo el comunismo padecido por nuestros pueblos». 

Y me cuestiono por qué hacen énfasis en la opinión pública española. ¿Será por las buenas relaciones que mantenemos con España? Usted podrá deducirlo.

Aparte de la baja catadura moral de estos personajes hay que decir que son, además, verdaderos ejemplos de seres despreciables que por billetes verdes son capaces de renunciar hasta a los más altos principios de moral, dignidad y decoro.

Pero ellos han elegido ese camino y por él, por supuesto, se despeñarán por el abismo adonde van a parar todos los que no aman. Ahora viene a mi mente con enorme placer una de las tantas ideas brillantes de nuestro Maestro Martí: «Hombres hay para el pesebre, que viven de estrujar y de engullir; hombres de corral, a la verdad que en el cieno están bien, que es blando y engorda».

Autor