Pantomima democrática

Y los hay reconocidos como democráticos y, sin embargo, aún rige un sistema de monarquía. Mi propio país hasta el año 1958 era una farsa o una burla a la democracia.

Desde 1902 presidida por gobernantes lacayos de Estados Unidos que, como colonia al fin y al cabo, hacían vuelos regulares a aquel país para pedir alguna limosnita de unos cuantos millones de dólares (un grueso porcentaje para él) y, además pedir autorización para dictar alguna ley que, por supuesto, no lesionara los intereses yanquis. Lo demás era inclinar el espinazo al amo todopoderoso.

Tan indignos eran que llegaron a permitir que un yanqui borracho se orinara en la mismísima estatua de nuestro Martí. Y qué decir del  presidente Fulgencio Batista, oscuro militar que pisoteó con un golpe de Estado la democracia, y tiempo después convocó a unas elecciones  engañosas, en el intento de aparecer como democrático.

Hay que decir también que ante los gringos el gobierno de aquella bestia que enlutó a Cuba era democrático; también lo era en Chile el de Augusto Pinochet, presidente asesino incalificable por su extrema bestialidad; el de Somoza de Nicaragua;  el del Generalísimo dominicano, auto denominado «por la gracia de Dios», Rafael Leónidas Trujillo.

Lamentablemente hay muchos más. Y lo más curioso de todo es que ninguno de estos gorilas recibió jamás ni una leve crítica del Norte, y mucho menos presentó ante las Naciones Unidas ninguna resolución de condena; igual que, como ahora, en relación a Israel que comete a diario crímenes contra los palestinos. ¿Eso es democracia?

Pero hay un país que cuenta con un sistema electoral único en el mundo por sus características y, además, líder indiscutible democrático.

Veamos algunos de sus requisitos: a) contar con dos partidos que respeten la esencia del sistema imperante; b) mantener el método de votos electorales y votos populares, lo que significa que se puede ganar la presidencia sin la mayoría de votos, siempre que obtenga tal mayoría en los electorales (para estados escogidos);  c) las elecciones siempre deben ser un martes laborable; d) no importar los 3 mil millones de dólares o más que gaste el contribuyente en propaganda y otros compromisos con grandes empresas; e) no importar tampoco el abstencionismo, porque en realidad conviene; f) ningún aspirante que no posea un alto nivel económico puede aspirar a la presidencia, por muy capaz, honorable y prestigioso que sea.   

Pero hay más: g) ejercer el gobierno respetando a ultranza la idea sustancial de que su país es el líder mundial al que todos deben obedecer; h) no estar obligado a respetar el contenido de la Carta de las Naciones Unidas.; i) tener el derecho de declarar la guerra a toda nación que no acepte sus condiciones, o contribuya con los «comunistas»; j) permitirse el hábito de intervenir en los asuntos internos de otros países, siempre que sea para salvaguardar los intereses de su país; k) sancionar a cualquier nación, entidad bancaria, instituciones o de cualquier otro tipo por violar disposiciones extraterritoriales que ellos mismos han creado.

¡Eso sí es democracia señores!. ¿De qué país les hablé? Prefiero callar, porque si lo digo, es un insulto a su inteligencia. Ah…se me olvidaba, también tiene requisitos para el respeto a los derechos humanos.

 

    

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