Un secreto a gritos

El imperio y toda su podrida prensa “libre” tratan de ocultar lo que todo el mundo sabe. Es una verdadera vergüenza que llega a causar asco, porque emana de gobiernos de una nación que está convencida de ser líder y espejo para el mundo, a pesar de toda su inmundicia.La misma nación de las guerras, de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, de los bloqueos a naciones, de la injerencia, de los más bárbaros saqueos de recursos a países del llamado tercer mundo, del robo, de la antidemocracia, del racismo criminal. También el país donde un delincuente millonario e incapaz puede ser presidente y llevar al mundo al borde de un holocausto y también permitirle que haga nueva campaña para volver a sufrirlo.  Sería algo así como un lujoso prostíbulo en el cual, aseguran, se habla de decencia y pudor.

Cuando se retiran de un país que han saqueado y dejado muchos miles de muertos, lo hacen de una manera natural porque sienten que es su derecho. Viene a mi mente lo que en cierta ocasión dijo Eduardo Galeano, “al abandonar el país lo dejan como un cementerio o un manicomio”. Pero, por sobre todo, Estados Unidos es la nación que preside el gran egoísmo humano, rodeado de sus fieles acólitos que también disfrutan del gran mundo causante de saqueos, y ocupar un lugar en la concentración del 80% de las riquezas en manos del 1% de los más poderosos. Pero hay más, mucho más:

No debemos olvidar un ejemplo que podemos interpretarlo como resumen acertado del gran egoísmo: ¿Qué sucedió cuando la pandemia de la Covid-19? Las grandes empresas farmacéuticas de EE.UU. –en un despiadado ejercicio de crueldad- retardaban entregas de vacunas esperando que aumentara la enfermedad  para, en la misma medida, aumentar el precio del fármaco. Conviene citar también en ese contexto que, mientras el país del norte se mantenía en el primer lugar de contagio por la ausencia de una infraestructura sanitaria capaz, Cuba, sin embargo, logró un lugar de privilegio,  a pesar de estar bloqueada por aquel mencionado, y de crear varias vacunas que demostraron su incuestionable eficacia.

Nadie puede ni debe olvidar que también Estados Unidos es líder,  entre los países ricos, del sistemático empeño de destruir a la madre naturaleza y consecuentemente el aumento alarmante de huracanes, sequías, inundaciones, envenenamiento de las aguas, y todo lo que pueda dañarla para beneficio de insaciables  transnacionales. Y es que, para colmo, el imperio es causante de grandes sufrimientos de su propia población marginada, envuelta en carencia de trabajo, vivienda, mendicidad, ancianos haciendo fila para lograr un catre y dormir en la noche, otros menos afortunados tirados en portales y aceras en medio de sus propios desechos.

En definitiva, lo que consideran su carta de triunfo no es más que el ejemplo más atroz de egoísmo brutal, donde el dinero está por encima de todo valor humano,  de todo sentido de justicia, de todo lo que más ansía la humanidad por su natural empeño en disfrutar los verdaderos derechos humanos consignados en “sagrados documentos” de las Naciones Unidas, y burlados con impunidad  inaudita por los agraciados emprendedores que solo tienen un punto de mira, el dinero, gran causante de cientos de millones de muertes, entre otras desgracias. No se debe olvidar que el gran mundo capitalista fue el que parió el fascismo y otras vergüenzas de esta humanidad.

Así que, al menos, quiten de su rostro el velo que cubre tanta indecencia y maldad humana, de modo que todos vean su prostitución, porque ya tanta infamia es un secreto a gritos.

“Ninguna pluma que se inspire en el bien, puede pintar en todo su horror el frenesí del mal”. José Martí.

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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