por Al ser así, los resultados de una determinada emisión o conjunto de emisiones son verdaderamente cuestionables, se producen fisuras e insuficiencias y –aunque no sea agradable afirmarlo- el director pierde terreno profesional.
Hay que entender que el trabajo de mesa es tan necesario como pueden ser otros eslabones de la cadena que persiguen el objetivo de la calidad. No obstante, con gran preocupación, he comprobado durante años que algunos compañeros se dejan arrastrar por el mecanicismo y el esquematismo y simplemente aprecian que el ensayo o trabajo de mesa no les resulta necesario. ¡Grave error!
Si afirmamos que el director es el máximo responsable, entonces es obvio que debe ejercer la mayor exigencia a todos los integrantes del programa, exigencia que, claro está, no significa asumir posiciones recalcitrantes ni convertirse en el clásico «pesao». Pero eso sí: No implanta en el colectivo, excesos de democracia. Es él quien determina, orienta, decide, corrige; y nadie queda autorizado para actuar por la libre con independencia de su nivel profesional y reconocimiento en el medio.
NOTA DE INTERÉS
Las notas del glorioso Himno Invasor surcan el aire de la Sierra Maestra un 24 de febrero de 1958, son las 5 de la tarde. Así comienzan las transmisiones de Radio Rebelde.