Insisten especialistas en prácticas responsables de salud

Expresó que más allá de las acciones que desarrolla el sistema de salud, es preciso que las personas sean conscientes de los factores de riesgo de esos padecimientos, como los vinculados a las prácticas alimentarias, la realización de ejercicios físicos y el hábito de fumar.

Acerca de las enfermedades transmisibles, como las infecciones respiratorias y la tuberculosis, el especialista acotó que todas han disminuido su incidencia.

Destacó los resultados de la campaña de vacunación antigripal efectuada entre noviembre y enero de este año en el país y del programa de control de la tuberculosis, que hace ubicar a Cuba entre los países de la Organización Mundial de la Salud con menos de 100 casos por millón de habitantes.

Especial vigilancia merecen las enfermedades diarreicas agudas, por la proximidad del verano, que propicia su incremento, y también por la situación de sequía en diversas zonas que ha conllevado al consumo de agua sin la calidad óptima.

Según Durán y Mayra Martí Pérez, jefa del Departamento de Higiene de los Alimentos y Nutrición de la dirección de Salud Ambiental, aún no se logra que las personas hagan uso del hipoclorito, eficaz para el tratamiento del agua.

La población tiene poca percepción de riesgo, afirmó la doctora Martí Pérez, en referencia a la violación de normas sanitarias tanto en establecimientos del estado como particulares y los propios hogares.

En estos últimos se han producido los principales brotes de infecciones por productos comestibles, según afirmó.

Carilda Peña García, directora de vigilancia y lucha antivectorial del MINSAP, expuso que desde este mes la campaña contra el Aedes aegypti se basa en una nueva estrategia, que parte del trabajo conjunto entre los consultorios médicos y los operarios.

Esta concepción debe llevar a una pesquisa más personalizada y eficiente según los niveles de riesgo de cada vivienda, y para su éxito es vital la colaboración de la comunidad, consideró.    

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