Durante la reunión, ambas partes reconocieron los beneficios de la Declaración Conjunta del 12 de enero de 2017, en particular la eliminación de la política de “Pies secos-pies mojados” y del “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, en la disminución de la emigración irregular.
Asimismo, coincidieron en la utilidad del intercambio entre Tropas Guardafronteras y el Servicio de Guardacostas celebrado en enero de 2018, y del encuentro técnico sobre tráfico de personas y fraude migratorio realizado en diciembre de 2017.
En esta ronda se revisó el cumplimiento de los acuerdos bilaterales, con el propósito de garantizar una migración regular, segura y ordenada; desalentar la migración irregular, y prevenir y enfrentar los actos ilícitos asociados.
Cuba demostró que cumple con rigor sus obligaciones, y reiteró su voluntad de mantener y ampliar la cooperación bilateral en esta esfera.
La delegación cubana instó al gobierno de los Estados Unidos a cumplir a cabalidad con sus compromisos de emisión de visas para emigrantes, conforme a los Acuerdos Migratorios.
También trasladó a la parte estadounidense que la decisión de suspender los servicios de tramitación de visas en su embajada en La Habana afecta directamente las relaciones migratorias y los vínculos familiares, daña los intercambios institucionales y los viajes entre los dos países.
Por otra parte, manifestó su preocupación por la Ley de Ajuste Cubano, que, junto a otras normativas estadounidenses, estimula la emigración irregular de cubanos y los expone a convertirse en víctimas de traficantes ilegales y bandas asociadas al crimen organizado.