Debate republicanos vs. demócratas en Estados Unidos vislumbra una convención negociada

En la intensa refriega anoche en Las Vegas, Nevada, hubo ganadores y perdedores pero algo que saltó a la palestra fue la fragmentación existente entre los que participaron en el noveno debate de la agrupación azul.

En el bando de los favorecidos se ubicaron los senadores Bernie Sanders, hasta ahora puntero en las encuestas, la senadora Elizabeth Warren (Massachusetts), y los medios estiman que el exvicepresidente Joseph Biden vio como su carrera está a punto de colapsar, mientras el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg fue el centro de los ataques.

Sanders se benefició de las peleas de otros candidatos, y la inexperiencia en el debate de Bloomberg fue aprovechada por sus rivales para ponerlo contra las cuerdas.

La senadora de Massachusetts y exprofesora de la Escuela de Leyes de Harvard, aprovechó y demostró ser una formidable polemista en general lo que le sirvió para poner a Bloomberg en situaciones críticas en lo que fue su primer debate en esta campaña.

Los seis candidatos demócratas que subieron al escenario el miércoles por la noche antes de las asambleas electorales del sábado en el estado, se atacaron con saña, algo que en opinión de expertos muestra la fragmentación partidista para sacar al mejor que rete a Trump en noviembre.

La turbulencia del encuentro evidenció que los demócratas que al principio se mostraron escépticos sobre las perspectivas de una convención negociada, ahora lo ven como un escenario más probable, con ocho candidatos que aún se disputan la nominación, según el diario The Hill.

A medida que se acercan los caucus de Nevada, los estrategas dicen que se hace evidente que ninguno de los candidatos es probable que gane la mayoría de los delegados antes de la convención de julio.

El estratega demócrata Eddie Vale, citada por el medio, dijo que «definitivamente parece que podría suceder».

Adam Parkhomenko, que trabajó en la campaña presidencial de la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton en 2016, dijo que «esto se dirige actualmente a una lucha por la convención a este ritmo».

Lo ocurrido en los cuatro estados con votación temprana -Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur- no son evidencia de favoritismo pues solo representan el seis por ciento del total de delegados necesarios para ganar una nominación directa.

Después de eso viene el llamado Supermartes, cuando se repartirá el gran botín de más del 50 por ciento de los delegados en estados como California y Texas, que darán cerca de un millar de representantes a la convención de los azules.

«Cuanto más tiempo pasemos sin un líder dominante, mayor será la probabilidad de una convención negociada», dijo el estratega demócrata Joel Payne, que sirvió como ayudante en la campaña de Clinton en 2016, citado por The Hill.

Payne dijo que si las contiendas se dividen entre tres o cuatro candidatos, incluyendo a Bloomberg, «la probabilidad aumenta exponencialmente».

«Si es Bernie o incluso Warren por un lado y tres o cuatro moderados por el otro, todos con delegados, las probabilidades son que los moderados tendrían suficientes delegados para formar un equipo y mantener la nominación de Sanders», dijo Payne.

Para ganar la nominación del partido, un candidato necesita asegurar una mayoría de delegados comprometidos (mil 991), pero debido a una nueva regla implementada por el Comité Nacional Demócrata, alcanzar ese número podría ser un reto para los aspirantes a la Casa Blanca.

Fuente: PL

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