Senador republicano Marco Rubio pide golpe militar en Venezuela

“El mundo apoyaría a las fuerzas armadas en #Venezuela si deciden proteger al pueblo y restaurar la democracia removiendo al dictador”, dice uno de los siete mensajes publicados este viernes en la cuenta de Twitter del legislador de origen cubano, conocido por sus tradicionales posiciones contra los gobiernos de La Habana y Caracas.

Sus expresiones tienen lugar justo una semana después de que el secretario de Estado, Rex Tillerson, se refiriera a la posibilidad de que los militares venezolanos impulsen una supuesta ‘transición pacífica’ en la nación sudamericana.

“En la historia de Venezuela y otros países suramericanos en ocasiones los militares son agentes de cambio cuando las cosas empeoran y el liderazgo no puede ya servir al pueblo”, dijo Tillerson poco antes de iniciar una gira que incluyó a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, y que tuvo entre sus principales objetivos buscar consenso para aislar a la nación bolivariana.

La declaración del legislador de origen cubano se suma también a lo que expresó Trump en agosto de que no iba a “descartar una opción militar” para hacerle frente a la crisis venezolana, frase que recibió un amplio rechazo en las naciones latinoamericanas.

Sin embargo, el presidente del Diálogo Interamericano Michael Shifter, tanque pensante con sede en Washington D.C. especializado en temas latinoamericanos, dijo a la agencia noticiosa AP que la postura antivenezolana de Rubio “es marginal y no tendrá acogida en el Congreso” pese a su influencia en la política exterior estadounidense.

Por otra parte, Venezuela rechazó hoy un comunicado del Departamento norteamericano de Estado que critica la decisión del Consejo Nacional Electoral de realizar los comicios presidenciales el 22 de abril, en cumplimiento del decreto aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente.

El texto de la cancillería señala que “la administración supremacista, xenófoba, racista y guerrerista de la Casa Blanca, al pretender empañar la voluntad del Pueblo venezolano a decidir su destino sin injerencia ni tutelaje, se arroga una atribución que ningún pueblo le ha otorgado para calificar y prejuzgar los resultados de un proceso electoral que no ha ocurrido”.


Fuente. Prensa Latina

 

 

 

 

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