por Ratificando su vocación de paz, la Isla caribeña acogió importantes acontecimientos cuyos protagonistas fueron líderes y personalidades internacionales.
El 12 de febrero, en La Habana, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, el Papa Francisco; y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, protagonizaron un encuentro inédito en la historia de las relaciones entre ambas instituciones religiosas, desde que se produjo el Cisma en 1054.
El Papa Francisco aseveró que «Cuba será la capital de la unidad». Su Santidad Kirill realizó una visita oficial de cuatro días y se ganó la simpatía de creyentes y no creyentes.
Nos entregó un mensaje de fe y esperanza, con el convencimiento de que más allá de las diferencias doctrinales, hay que buscar los puntos de coincidencia para el bien común. El Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa saludó al pueblo cubano y al Presidente Raúl Castro.
El 2016 también estuvo marcado por grandes acontecimientos en la historia de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, en medio del complejo camino hacia la normalización de los nexos bilaterales.
Después de 88 años, Barak Obama se convirtió en el primer presidente norteamericano en viajar a la vecina isla. El 20 de marzo, el jefe de la Casa Blanca inició una visita oficial al país, donde intercambió con un pueblo respetuoso que le brindó hospitalidad.
Su presencia en Cuba constituyó una oportunidad para seguir avanzando en la construcción de una nueva relación que viene dando pasos desde los históricos anuncios del 17 de diciembre de 2014.
Cuando concluya su mandato, el próximo 20 de enero, el presidente Barack Obama se va de la Casa Blanca, pero el bloqueo se queda. Esta verdad fue expresada por la diplomática cubana Josefina Vidal en un encuentro con jóvenes en la Universidad de La Habana, quienes demandaron el cese del bloqueo.
A pesar del llamado del mandatario estadounidense al Congreso para que levante el bloqueo, esa política persiste y constituye el principal obstáculo al desarrollo de la nación cubana.
Está claro que pese a la directiva presidencial emitida y todos los paquetes de medidas que modifican algunos aspectos del bloqueo económico, comercial y financiero, el Presidente de Estados Unidos no ha agotado todas sus prerrogativas ejecutivas para contribuir de forma decisiva al desmontaje de esa política, en su contenido fundamental.
En ese contexto, por vigésimo quinta ocasión consecutiva la comunidad internacional aprobó el 26 de octubre, por aplastante mayoría, el proyecto de resolución «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos de América contra Cuba».
La votación fue de 191 votos a favor de la resolución cubana, 2 abstenciones y ningún voto en contra, por primera vez en la historia desde 1992.
Por otra parte, más allá de la diversidad de sus naciones, la Asociación de Estados del Caribe ratificó que busca la unidad, basada en la colaboración, la integración y el respeto mutuo.
Del dos al cuatro de junio La Habana fue sede de la VII Cumbre de la organización, en cuya clausura el presidente Raúl Castro subrayó que «la paz y la estabilidad, la defensa de los intereses de nuestros pueblos y el ejercicio de la soberanía y la autodeterminación, sin injerencia externa, son elementos esenciales para avanzar hacia las metas de integración y cooperación que nos hemos trazado».
A finales de 2016, el 12 de diciembre, se firmó en Bruselas el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre Cuba, por una parte; y la Unión Europea y sus Estados Miembros, por otra; quedando derogada definitivamente la llamada Posición Común de 1996, que desde su adopción fue firmemente rechazada por la Isla caribeña, debido a su carácter injerencista, selectivo y discriminatorio.
En la sede del Consejo Europeo, en la capital belga, suscribieron el importante documento, la Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea y Vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini; y el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.
Otro día histórico para la paz regional y mundial también lo fue el 24 de agosto, cuando las delegaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno Nacional anunciaron desde La Habana, tras cuatro años de conversaciones, la llegada a un Acuerdo Final, integral y definitivo, para la terminación del conflicto armado en ese país suramericano y la construcción de una paz estable y duradera.
El dos de octubre, en un plebiscito, el documento fue rechazado por el NO. Sin embargo, después de un mes de renegociación entre las FARC-EP, el Gobierno y los principales promotores del voto negativo, el 13 de noviembre se firmó en La Habana un nuevo texto refrendado luego por el Congreso colombiano.
El 14 de diciembre, en el Palacio de las Convenciones, en el mismo sitio donde los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez fundaron el ALBA, un acto conmemorativo y de solidaridad con la Revolución bolivariana, recordó el duodécimo aniversario de la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos.
En ese encuentro, el presidente venezolano Nicolás Maduro llamó a lograr la verdadera integración latinoamericana y caribeña.
Consecuente con los ideales que defiende, la política exterior de Cuba se mantendrá fiel a los principios que históricamente ha defendido la Revolución. Ese compromiso irrenunciable, lo ratificó durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, el presidente Raúl Castro.
Amplíe detalles en el siguiente material en audio realizado por la periodista Angélica Paredes López, de Radio Rebelde: