Destacan en Cuba confluencia política de Fidel Castro y José Martí

Durante el recién concluido Taller de Liderazgo, Ciencia, Conciencia e Influencia, Lozano dijo que al seguir tras la pupila del Apóstol y su alcance latinoamericanista,  podemos afirmar que Fidel Castro fue el Simón Bolívar de los siglos XX y XXI.

«Ambos fueron genios políticos y militares, y eminentes jefes de guerras populares, cuyos triunfos  les permitieron fundar nuevos estados», subrayó.

El también miembro del Consejo Científico del Centro de Estudios Martianos (CEM) recordó que buena parte de la población, en estos últimos días de dolor y compromiso, ha reiterado palabras como revolución, patria, socialismo, libertad, pero la más socorrida es dignidad, categoría filosófica explicada de diferentes maneras a lo largo de la historia, pero por suerte, afirmó, «los cubanos tenemos la explicación de dignidad que nos legó Martí».

«El Apóstol definió los rasgos de la dignidad plena del hombre en su discurso del 26 de noviembre de 1891,  entre esos,  el carácter integro de cada uno de los hijos de la república; el hábito moral de trabajar con las propias manos; pensar por sí mismo, y el ejercicio íntegro en sí del respeto como honor de familia al ejercicio de los demás», agregó.

«En Fidel, puntualizó, está reconocido el primero de esos rasgos que enmarca la entereza de carácter, una dignidad compuesta por dos grandes polos: la virtud y el defecto».

«No excluye Martí de lo humano el defecto que lo humano tiene, por lo tanto en esa dicotomía la integridad de carácter,  la entereza de carácter está avalada por él cuando cada individuo es capaz de dominar sus defectos morales para entregarle al prójimo las virtudes que tiene».

«Este dominio de si es lo que crea en Martí lo que llamó temple de alma, un rasgo extraordinariamente histórico de Fidel  sustentado en la gobernabilidad mantenida en Cuba en circunstancias de una guerra económica de 57 años, búsquese a otro jefe de estado, acotó Lozano, que haya podio mantener con tal brillantez  y sabiduría la gobernabilidad por largo tiempo y no podrá encontrarse».

«La raíz moral de la gobernabilidad de Fidel, enfatizó, la encontramos en aquella frase martiana del ensayo  Nuestra América  “se ha de tener fe en lo mejor del hombre y desconfiar de lo peor de él,  hay que dar ocasión a lo mejor para que se rebele lo mejor y prevalezca  sobre lo peor”, en muchas ocasiones Fidel, en su gestión de gobierno, dio ejemplo de esta regla moral martiana».

«Y qué mejor muestra de eso, expresó, que los años vividos bajo la opción cero del período especial, para quienes nacieron en aquel momento y no sufrieron de manera consciente aquellas circunstancias en los años 92, 93, 94, es bueno que recuerden  que en Cuba solo había pan para una comida,  escaseaban  ropas y calzados, el transporte más utilizado eran los propios pies, y luz había únicamente en los corazones porque la ausencia de combustible durante largo tiempo no dejaba luz eléctrica», recordó.

«Quedamos solos en el mundo, manifestó Lozano,  pero estábamos en la cumbre del universo, nunca antes la gobernabilidad de Fidel fue tan sabia  y si una lección aprendimos de aquella opción cero,  es que Fidel, a la manera martiana, evitó por todos los medios que la desigualdad económica se convirtiera en discriminación económica».

 

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