Al intervenir en el programa informativo Mesa Redonda la doctora en Ciencias señaló que para la Psicología, la familia es la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia, donde se desarrollan fuertes nexos de amor y solidaridad.
En ese sentido, agregó que en el país las relaciones familiares han sido atravesadas por diversos fenómenos como el envejecimiento, la migración y el aumento del divorcio, que han influido en que se refuercen los lazos afectivos y se descentralice la idea de la familia sustentada en códigos de sangre.
La realidad indica que en Cuba existen sistemas multifamiliares, donde la vida de las personas discurre en una red familiar, con la participación de abuelos, padres y hermanos afines, y otros actores con mayor o menor protagonismo.
Arés Muzio explica que el Anteproyecto del nuevo Código de las Familias, ahora sometido a consultas especializadas, invita a repensar y redefinir las visiones de familia, que a veces resultan limitadas.
La también Profesora Titular y Consultante de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, se refirió a la necesidad de romper esquemas, como la idealización de unión y armonía en la familia, porque en ese ámbito surgen conflictos y desigualdades de poder que requieren una negociación adecuada para la protección de los derechos de todos.
Asimismo, hizo alusión a la importancia de visibilizar los derechos de los adultos mayores, quienes en ocasiones quedan en un limbo jurídico indefensos ante los abusos, a pasar de estar presentes en gran parte de las familias cubanas, donde a menudo asumen el cuidado de los infantes.
De igual forma, la psicóloga resaltó la nueva perspectiva con la que se mira a la infancia desde el proyecto del nuevo Código, que otorga superior protagonismo a los niños y reconoce su participación en la vida social a partir del concepto de autonomía progresiva.
El Anteproyecto invita a que los niños sean objeto de derecho, puedan ser escuchados y se pronuncien ante determinadas situaciones familiares acorde a su madurez, lo cual me parece un avance significativo, puntualizó la especialista.
Concluyó que la propuesta del Código es pedagógica y ayudará a la sociedad de la nación a promover la solidaridad y la dignidad humana.
Acercar al país a un concepto más amplio de familias desde la inclusión y el respeto al demostrar las estructuras y funcionalidades de las personas que hoy la integran son banderas de la versión 22 del Anteproyecto del nuevo Código de las Familias en Cuba.
Así se refirió la Dra. Niuva Ávila Vargas, socióloga y Profesora Auxiliar del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana en el programa informativo Mesa Redonda, en el que se ofrecieron nuevas aristas del documento que desde el pasado 29 de septiembre se somete a consulta especializada por más de 40 instituciones.
El reconocimiento a que hay un cambio en cuanto a estructuras, tamaño, funcionalidad y conceptos evidencia la existencia de familias con un vínculo de afectividad más allá del sanguíneo, de ahí la pertinencia de estas nuevas variaciones en el Código para crear un marco de regulación y protección, puntualizó la especialista.
Representar esas realidades familiares múltiples es bandera del documento que habla de la inclusión, el respeto y el reconocimiento de todas las personas en cada uno de sus roles.
Nuevos términos como el mediador familiar se introducen para acentuar el valor de una persona neutral que ayude, sin necesidad de acudir a los tribunales, a que la familia pueda solucionar sus conflictos de forma asertiva a través de la comunicación y el consenso.
Un tema novedoso resulta el bien superior que tienen infantes y adolescentes y la protección a los ambientes digitales sanos, toda vez que sus familias tienen la obligación de velar por los contenidos que estos consumen en el entorno de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, subrayó.
El Código de las Familias de Cuba, aspira a lograr la corresponsabilidad entre hombres y mujeres al interior de las familias, y aunque resulta un documento adelantado para el mundo, desde la sociología abogamos porque sea un reflejo de la realidad del país, apuntó la especialista.
Contundente por su pluralismo, coherencia e integralidad, el anteproyecto de Código de las Familias refleja muy bien la estructura demográfica de la población cubana, afirmó hoy, en esta capital, el master en ciencias Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
El documento, dijo, concede derechos a quienes no los tienen y conserva los ya existentes, por cuanto pudiera implicar un impacto similar al de la legislación vigente desde el año 1975, que en su momento también se ubicó en posición de vanguardia a nivel internacional.
Ahora el país posee alrededor de 1,8 millones de habitantes más, y desde el punto de vista demográfico son otras la composición y dinámica, lo cual incide de forma directa en la creación de los hogares y las familias, señaló al intervenir en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda.
En dicho marco, resaltó la característica preponderante del envejecimiento, con una acentuada disminución de la fecundidad, fenómeno este último que no es nuevo, pues comenzó hace 43 años.
En la Mesa Redonda se dio a conocer además que el proceso de consultas especializadas, que comenzó el pasado 29 de septiembre, prevé culminarse el venidero 15 de octubre, con la participación de 47 instituciones.
Hasta la fecha se han recibido más de seis mil visitas en el sitio digital del Ministerio de Justicia para la consulta del documento, y a través del correo familias@minjus.gob.cu han llegado 567 correos con criterios de la población al respecto, de ellos 323 favorables, 94 en contra, 58 consultas y unas 20 sugerencias de modificaciones.