“Je revois le ciel bleu”

Sin embargo, el team médico integrado Guillermo Pérez y Raity Hernández, de la unidad de cuidados intensivos del hospital Mario Muñoz de la ciudad de Matanzas puso coto a la muerte y durante casi 20 días venció sus escaramuzas y emboscadas, a pesar de que la COVID-19 se resiste a develar sus vulnerabilidades.

No es menos cierto que entre los colegas que seguíamos de cerca la evolución de los pacientes ingresados en el centro de aislamiento matancero, anidaba un pesado silencio cuando nos comentaban: Jack permanece en estado crítico.

Pasados doce días y para tensar aún más los nervios, pero con una gota de esperanza, confirmaron: grave.

Para asombro, durante la salida de la primera paciente recuperada se nos acerca un médico y a media voz nos comenta: No es premonición, Jack está grave, pero su pronóstico será de fuera de peligro, quizás en un par de días.

Y así fue.

En medio de aplausos, sobre una silla de rueda, Jack Gaetan abandona la llamada zona roja, dedica por unos segundos una larga mirada al cielo y comenta: “después de 20 días, veo el cielo y es azul”, se arrecian los aplausos y continúa en casi perfecto español:

Solo yo fui positivo. En este grupo se encontraba mi esposa, ella estuvo varios días en el Hotel Kawama y luego regresó a Francia desde el aeropuerto de Santiago de Cuba… Cuando todo esto acabe, regresaremos.

Jack Gaetan se pone de pie para abordar la ambulancia que le trasladará hasta la capital habanera:

Agradezco a esos profesionales que luchan de día, de noche, todo el tiempo, fueron días muy duros entre la vida y la muerte, pero ya me siento bien.

Tras prepararse para la despedida comenta: “los cubanos son guerrilleros” y vuelven los aplausos, sobre todo entre aquellos que conocen del concepto de heroica resistencia que conlleva en francés la palabra partisane.

 

 

 Nota. “Je revois le ciel bleu”  / «Veo el cielo azul de nuevo»

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