En el programa informativo Mesa Redonda la también máster en Gerontología Social y Psicología Educativa señaló que la propuesta de normativa es coherente con las investigaciones que durante muchos años ha desarrollado la Facultad de Psicología de la UH en relación a esa etapa.
Los estudios, añadió, apuntan a diferentes percepciones sobre calidad de vida, contemplan los impactos de la migración, los estereotipos, la mirada de género, la sexualidad en la vejez, el empoderamiento de los ancianos y su vínculo con la familia.
El nuevo Código incluye los deberes y derechos de los adultos mayores, sus necesidades, cuidados, autonomía, protección de las abuelidades y ante todo tipo de maltratos y sobre todo lo referente a su dignidad, subrayó.
El Código de las Familias tiene entre sus prioridades legislativas la protección del adulto mayor,como parte de los entornos familiares,y esto lo hace en dos sentido fundamentales: como ser humano y desde su rol de abuelos.@mesaredondacuba @cubadebatecu #PeriodicoGiron #Matanzas pic.twitter.com/bzpyapM4CQ
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Orosa Fraíz explicó que la vida con dignidad implica respeto a la comunicación, a sus proyectos, a que ellos elijan su lugar de residencia, a convivir en un entorno accesible, a la participación social y otros muchos elementos que están reflejados en el proyecto del texto jurídico.
Es fundamental que las personas de la tercera edad lean el documento, porque muchas veces las familias en el afán de protegerlas ni las consultan para tomar decisiones sobre su futuro, acotó la experta.
El proyecto de #CodigoDeLasFamilias de #Cuba, establece artículos que garantizan la salud física, psicológica y afectiva del adulto mayor, lo cual no estaba estipulado en la anterior legislación, vigente desde 1975…?
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Considero que este es un verdadero Código de los afectos, pues, por ejemplo, defiende importantes conexiones entre los abuelos y abuelas con sus nietos y nietas, que de no ser posibles se mutilaría un proceso de carácter afectivo esencial para el desarrollo de ambas partes, concluyó.
El 21,3 por ciento de la población de Cuba es de 60 años y más, lo cual duplica la existente hace cuatro décadas, y se estima que en el 45 por ciento de los hogares están presentes los adultos mayores, la mayoría con un rol de abuelos.
Además, alrededor de 200 mil niños y niñas en la Isla viven solos con sus abuelos, lo cual refuerza la necesidad de defender y proteger a estos ancianos, quienes a menudo se encuentran en un limbo jurídico.
Editora. Carmen Torres