La imagen de la Virgen se ha mantenido en el tiempo dando fe a personas de las más diversas creencias, señaló.
El tributo del Sumo Pontífice a la Virgen y su visita a Cuba, expresó la Historiadora, es un reconocimiento a los sacrificios e inmensa generosidad de este pueblo.
Portuondo destacó la presencia en la Isla de tres papas en apenas 17 años, que revela «la gran significación de nuestro país en el continente».
Explicó que esta ciudad tiene la huella de los jesuitas, orden a la que pertenece el Obispo de Roma, pues crearon en 1722 el colegio Seminario San Basilio el Magno, semilla de la formación universitaria en la nación, así como también el prestigioso Colegio Dolores, donde estudiaron los líderes revolucionarios Fidel y Raúl Castro.
Francisco es consecuente con la doctrina jesuita, agregó Portuondo Zúñiga, reflejado en su preocupación por la educación y la cultura, su humanismo y posturas radicales sobre la convivencia social, que le han puesto del lado de los pobres y le llevan a pedir misericordia para todos.
La visita de Su Santidad es una muestra de las buenas relaciones entre el Estado cubano y la Santa Sede, así como de la preocupación del Obispo de Roma por nuestro pueblo e incluso por el norteamericano, que también necesita y quiere normalizar las relaciones.
En esta ocasión la ciudad de Santiago de Cuba recibirá su bendición por el medio milenio de fundada la otrora villa, y se reunirá con las familias cubanas en la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral, expresión de su marcado interés por contribuir al mejoramiento humano, subrayó la historiadora.
Los pobladores de esta urbe se han preparado para ofrecer al Sucesor de Pedro la acogida respetuosa que merece, seguros de que serán partícipes de un acontecimiento verdaderamente histórico.