En los últimos cinco años fueron muchas las ocasiones en que conversé con Bebo Ruíz en los predios de la Escuela de Instructores de Arte Eduardo García Delgado justamente el sitio donde la muerte fue a buscarle silenciosa y taimada.
Teatrista y profesor me habló siempre de infinidad de temas. La Radio entre ellos a la cual hubiera querido sumar en su largo curriculum. Sin él saberlo iba depositando en mí una inevitable entrevista que ahora lamentablemente no leerá como hubiera querido. O quien sabe si la lea si lo vemos desde otro punto de vista filosófico. No importa lo uno y lo otro. Sólo quiero dejar memoria de éste hombre muy cubano, de respuesta rápida, de mirada que desplazaba la observación en todo momento, ingenioso en el arte de soltar chispazos que debían entenderse en su dimensión.