Inclusión (II)

La radio es una gran red y esa condición la convierte en fragua y eco de lo que sucede en muchos rincones de toda Cuba. Sin embargo, cabría preguntarnos si a esa condición le hemos extraído todo el partido posible.

¿Hemos visibilizado, escuchado, convertido en orgullo y pan común de los cubanos,  el paisaje, el sonido, las autoridades,  los protagonistas de nuestro país? ¿Predomina un sentido verticalizador de los medios de alcance nacional o, al contrario, una integración del centenarde emisoras cubanas?

¿Qué estrategias se han seguido para que Cuba suene, con toda su hermosura y diversidad?  ¿Se conoce realmente la idiosincrasia de algunas zonas del país o la representación que de ellas se hacen, son acaso frutos epidérmicos y caricaturescos? ¿Se  asume la belleza de lo diferente, o se quiere establecer una norma uniformadora?

No es pretensión nuestra  en la brevedad de estas palabras, abarcar (y mucho menos agotar) tales interrogantes; pero aquí las dejamos, para compartirlas con usted, para que nos hagan reflexionar.

¿Un Sonido rampero?

En este acercamiento contamos, en primera instancia, con las consideraciones de Carlo Figueroa, radialista apasionado y actual director de una institución tan prestigiosa como la Casa de la Guayabera. Su huella en la televisión y en diferentes emisoras cubanas  (Radio Ciudad de La Habana, Radio Metropolitana, Radio Rebelde, Radio Sancti Spíritus), desde su condición de director, escritor, locutor o guionista; dota a sus juicios de un espesor que no ha de pasarse por alto:

“La frase La Habana es Cuba y lo demás paisaje…  ha sustituido por años, nos ha quitado ver el país desde sus voces, a pesar de que esas mismas voces llegan hasta allí como paso necesario para trascender, buscar su espacio. Es una verdad indiscutible que marchan a la capital, los talentos de muchas emisoras. Unos encuentran su nota perfecta y otros,  la siguen buscando por años, aunque nunca la sientan.

¿Será que al tratar de parecerse a La Rampa, de armonizar o ser empáticos, mandan a pasear sus giros lingüísticos más auténticos? ¿Acaso el intento por la dicción perfecta y la entonación correcta, les hace cambiar sus voces, el centro de su registro, por uno más neutral? ¿Es una exigencia hablar como habaneros, para estar en sintonía?”

Me sigo preguntando por qué es tan difícil que las emisoras de un lado u otro de Cuba se escuchen con igual potencia que las emisoras nacionales. Hace años se impone que CMKC o Radio Angulo, Cadena Agramonte, Radio Sancti Spíritus, la CMHW o Radio Guamá estén en el dial de cualquier parte del país. Si años atrás, la tecnología podía limitarnos, hoy eso no es problema. Y si también es cierto que casi la totalidad de nuestras emisoras de radio están con su señal en Internet, aún no se conoce lo suficiente, o el bolsillo de un hijo de Palma Soriano―por ejemplo―, no le permite gastar sus megas para sintonizar su emisora en el barrio habanero de Pogolotti o en las calles de otras ciudades cubanas».

 

Cuando se cambian los tonos y giros regionales por los habaneros, lo único que se consigue es imponer a un lado u otro del país un sonido demasiado rampero, mutando la visualidad de Cuba y convirtiendo a esos pocos metros que separan del malecón y su mar ―a veces calmo, a veces rebelde―, en el ideal, en la norma. Lo único que se consigue es restarle a los referentes nacionales su alma, sus escenarios, modos de vida y costumbres al decir y hacer ante los micrófonos que nos unen”.

Todas las voces, TODAS…

El premiado realizador Yamil Sánchez, cree en el diálogo franco y la gente humildeHasta las montañas de Segundo Frente, territorio santiaguero, nos fuimos, para compartir las experiencias del archipremiado realizador  Yamil Sánchez Aguilar (Radio 8SF), Artista de Mérito de la Radio Cubana. ¿Habrá algún camino que no haya tocado en el reporterismo, el micrófono, la dirección, el sonido, las letras?

 Aquí se vive con el orgullo de la tierra y se cuentan hermosas experiencias radiales. Los festivales convocados por artistas aficionados en la revista Presencia, son parte de ellas. Es hermoso verlos legar, desde donde uno no sospecha. Es hermosa la conversación auténtica, sin impostaduras, entre gente de la radio y… un desmochador,  un caficultor, un guajiro que se fue lejos, pero que no puede vivir sin su tierra. Yamil nos cuenta:

“El primer punto a nuestro favor es que el colectivo realizador es hijo de esta geografía, no hay que desdoblarse mucho para dialogar de la misma manera que el público; aunque siempre velando por la defensa de nuestro idioma. El periodista, escritor o artista llega al barrio o a su comunidad, visita familia o amistades, sale de recorrido laboral monte adentro y es uno más entre los habitantes de esta abrupta región.

Ahí radica la posibilidad de un intercambio radial que, aquí en este pedacito de Cuba, es siempre sincero y abierto. Creo que esa debe ser la brújula que guíe una realización radial, sobre todo en esas estaciones del llamado “interior del país”, estas radios municipales que, para beneplácito nuestro, tienen la posibilidad de una mayor cercanía a sus públicos”.

Hay que aceptar el agradable reto de ser incansables en la búsqueda de esas historias de vida que se esconden en barrios, fábricas, hospitales, cooperativas, escuelas, allí en el surco.

En las voces de los que día a día luchan por hacer avanzar este país, gente humilde, sencilla, laboriosa… se esconden todavía leyendas y heroicidades que deseamos escuchar sin mucho adorno; pero sí con los aderezos que hacen de la radio un excelente menú en los hogares. Esas son las señales que se agradecen por siempre en el éter, llámese popular, comunitaria, corporativa, inclusiva… “

RADIACIONES seguirá explorando estos senderos, en la búsqueda de tejer el país que queremos, que defendemos, que necesitamos.

Autor

  • Reinaldo Cedeño Pineda

    (Santiago de Cuba, 1968) Licenciado en Periodismo (1991) y Máster en Comunicación Social por la Universidad de Oriente (2004). Recibió la Distinción por la Cultura Nacional y el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro (2021) por la obra de la vida. Alcanzó el premio de los concursos nacionales de poesía Hermanos Loynaz (2011) y Regino Pedroso (2014). Premio Latinoamericano de Crónicas (Portal Nodal Cultura, 2016). Entre sus libros: A capa y espada, la aventura de la pantalla (2011), Poemas del lente (2013), La noche más larga. Memorias del huracán Sandy (2014), Ser periodista, ser Quijote (Ediciones La Luz, 2019) y Las pequeñas palabras (2019). Miembro de la UPEC y de la UNEAC. Actualmente es realizador de la emisora Radio Siboney.