Alguien me llama para decirme que estoy en la novela cubana. ¡¿Cómo?! Allá corrí, allá me fui con mi vecina, porque mi televisor, mi equipo, está roto. No diré cuanto me cuesta la reparación para no desviarnos, no amargarnos.
Pues bien, EL DERECHO DE SOÑAR, la propuesta que transmite ahora mismo la televisión cubana, decidió hacer un homenaje a personalidades que han marcado la radio, que lo hacen ahora mismo. Nombres e imágenes. Soberana idea, hermosa. He visto algunos a los que hay que hacerles una oda, rendirles una ovación.
Y… sorpresa, sorpresa rotunda, ahí estaba este aprendiz que un día llegó a la radio por cosas del destino. Debajo de Félix B. Caignet, de María Valero. Al lado de Ana Gloria Buduén… ¡Madre mía!
Se lo tuvieron bien calladito, lo maquinaron en silencio. Esos excelentes escritores, Ángel Luis Martínez Rodríguez y Alberto Luberta Martínez, son responsables, y de todo el colectivo que lo pensó, que lo hizo. Sobre ellos recaiga la culpa.
Tras la perplejidad, sobrevino la alegría. La imagen es un abrazo con la chica de Fomento, una radialista apasionada de toda la vida, con la investigadora, con la experta de la radio cubana, Mileydi Martínez. La conocí en un evento radial en Sagua La Grande y… conectamos para siempre. Cuando surqué la Isla unos meses atrás, en este mismo 2023, ella me llevó a un estudio de Radio Enciclopedia. Bueno, más bien me secuestró, me exprimió.
Luego, la foto. Sin preparación alguna. Dale, que voy. Una foto desde el reencuentro, desde la alegría. Abrazados en el pasillo de la emisora cultural. En La Habana, en la radio, en Cuba. ¿Qué iba a saber yo las consecuencias?